yo fui a la manifestación del ocho de marzo del año pasado... sí... soy de esas... una feminista.
te diré más... ese día también fuimos toda la familia a comer a un restaurante lleno de gente (pero lleno, eh! nada de aforos ni de distancia entre las mesas ni todas esas novedades que hemos ido conociendo a lo largo de este año)... y después de la manifestación me fui con mi hermana a un bar a tomarnos un café mientras esperábamos a sus amigos, a los que besé y abracé, como solíamos hacer antes cuando veíamos a personas a las que les teníamos cariño...
y el día anterior fui a un bautizo... un bautizo con varias mesas, y niños corriendo alrededor, con picoteo de pie, y copeo después de comer, con abrazos y besos... y volví en el coche de una amiga con su marido y sus dos hijos (todos sin mascarilla!)
de hecho, al día siguiente, ya día nueve de marzo, fui a trabajar (sin mamparas, sin mascarillas, sin guantes y sin geles desinfectantes y sin distancias de seguridad...), como hice toda esa semana, incluyendo la mañana del sábado día catorce, antes de que declaran el estado de alarma...
durante esa semana previa al confinamiento, además de trabajar todos los días, también todos los días me fui a almorzar a la barra de la cafetería a la que solía ir todas las mañanas laborables, y fui al supermercado, a la farmacia, al estanco, a la frutería, al banco, a la librería, al horno, al bar, al chino a recoger comida para llevar y a mi clase de yoga el martes y el jueves... y a todos esos sitios fui sin mascarilla, sin guantes, sin mamparas y sin geles desinfectantes...
abracé y besé a mis padres, a mis hermanas, a mis sobrinos, a mis primos, a mi tía y a mi tío...
aquí en valencia, de hecho, aún hubo un par de mascletás (con mucho ruido y mucha gente) después del ocho de marzo... por no hablar de la que hubo ese mismo día, y de las siete anteriores...
te diré más... el lunes siguiente al estado de alarma, el dieciséis de marzo, yo fui a trabajar... te acuerdas del #yomequedoencasa? pues yo no pude quedarme... mi confinamiento fue trabajando (nada de teletrabajo), atendiendo a gente que no llevaba ni guantes ni mascarilla y que se empeñaban en pagar en efectivo en lugar de con tarjeta como aconsejaba la oms... y que no tenían nada claro lo de la distancia de seguridad y tal...
se sabía ya el ocho de marzo?... no creo que nadie supiera que una semana después íbamos a estar como estábamos... yo, que soy la única de la que puedo hablar con conocimiento, te diré que no tenía ni idea, que no me imaginaba ni en mis pesadillas más postapocalípticas lo que se nos venía encima, ni que un hecho así, que fuésemos a una manifestación que se celebra todos los años, al aire libre, con distancias y tranquilidad (hubo menos cantos, y menos consignas quizá...), nos iba a convertir en blanco de todas las iras...
se sabía ya el ocho de marzo?... no creo que nadie supiera que una semana después íbamos a estar como estábamos... yo, que soy la única de la que puedo hablar con conocimiento, te diré que no tenía ni idea, que no me imaginaba ni en mis pesadillas más postapocalípticas lo que se nos venía encima, ni que un hecho así, que fuésemos a una manifestación que se celebra todos los años, al aire libre, con distancias y tranquilidad (hubo menos cantos, y menos consignas quizá...), nos iba a convertir en blanco de todas las iras...
esta pandemia no empezó el ocho de marzo, sí que es verdad que las manifestaciones fueron foco de contagio, de la misma manera que lo fueron los puestos de trabajo, las reuniones familiares, el transporte público, los bares y restaurantes y cualquiera de las formas de relacionarnos que tenía la antigua normalidad, esa que dábamos por supuesta y que no sabíamos lo despreocupada y maravillosa que era...
y ahora, a una semana del ocho de marzo, descubro que las iras se reavivan... que gente que no ha ido ni irá jamás a la manifestación del ocho de marzo clama al cielo porque podría haber una manifestación, porque podrían no respetarse las medidas de seguridad en ella, y porque ya bastante hicimos el año pasado (ir a una manifestación permitida?) como para volverla a liar este año.
llevo días preguntándome los porqués de semejantes iras y amenazas... llevo días dándole vueltas a todo este ruido mediático que ha hecho que decida al menos por unos días no entrar en redes sociales porque no sabes quién puede estar compartiendo qué... y por fin creo que he descubierto los porqués...
porqué ahora el derecho de manifestación se pone en entredicho cuando en estado de alarma se han manifestado hosteleros, sanitarios, antivacunas, negacionistas, la educación concertada y los fans de un rapero que piden libertad de expresión y nadie ha dicho esta boca es mía?... es porque somos feministas?... o es porque el patriarcado por fin ha encontrado como marcar esta nueva ola (ya sabes, las primeras feministas eran unas locas histéricas que tenían envidia del pene, luego llegaron las amas de casa frustradas, las hembristas quemasujetadores, las castradoras odiahombres, pero de momento no habían encontrado la manera efectiva de demonizar esta ola... quizás lo de feminazis fue un buen invento, hasta que algunas de nosotras decidimos adoptar el término para vaciarlo de significado...) y nos ha convertido en unas locas inconscientes capaces de cualquier cosa, incluso de propagar el virus maldito sin control, con tal de salirnos con la nuestra y celebrar eso del ocho de marzo...
una locura...
hay algo que no entendéis los que estáis clamando al cielo, y es que el ocho de marzo es importante... con vuestra furia y vuestros ataques no podéis ni imaginar que para algunas de nosotras es triste, como triste ha sido no celebrar la navidad, como triste es no hacer comidas familiares, como triste es para las falleras que este año no haya fallas, no poder ir a la manifestación del ocho de marzo.
no soy creyente, pero tengo mis fiestas paganas que celebro todos los años desde hace más de veinte años... una es el ocho de marzo, al que he ido con amigas, con mis hermanas, con las amigas de mis hermanas, con mi madre y con mi primo, su mujer (novia, pareja, amante, compañera) y con mis sobrinos pequeños...
quienes no habéis ido nunca a la manifestación del ocho de marzo, no sabéis de la emoción, de la alegría, del subidón que ha significado (y significa) el ocho de marzo en mi vida, y del sentimiento de euforia de los últimos años (escribo mientras la piel de todo el cuerpo se me pone de gallina) cuando la tercera ola empezó y notamos como subía la marea y nos llevaba con ella...
así que, yo prometo no entrar (o entrar lo menos posible) en las redes sociales y tal los próximos días, pero un poquito de empatía... las que no iremos este año a la manifestación (como no fuimos ya a la del veinticinco de noviembre del año pasado) estamos tristes... es una fiesta de guardar para nosotras como feministas que somos, que este año no guardaremos, o guardaremos de otra forma...
las que vayan, si la hay, estoy segura que serán tan responsables como los hosteleros, los sanitarios, los que están a favor de la educación concertada y los que están a favor de la libertad de expresión; y seguro que mucho más que los negacionistas, los antivacunas y los queman contenedores por las noches...
que igual me estoy equivocando, y yo no me he enterado y cada vez que había una manifestación de las que he comentado antes, las redes se llenaban de esos mismos mensajes, del tipo: "hostelero, si vas a la manifestación, dejaremos de tomarnos el cortadito en tu terraza", o "sanitarios, estáis locos! volver a las urgencias que es donde hacéis falta" o quizá "si la educación concertada se manifiesta en estado de alarma, sacaré a mis hijos de sus centros y los matricularé en la escuela pública" o por ejemplo "dejar de dar permiso para manifestaciones a favor de la libertad de expresión que llevan ya una semana desvalijando tiendas con la excusa del rapero"
y que si luego va y la cosa se desmadra y van todas sin mascarillas, sin distancia de seguridad, se lían a tirar cosas a la policía y a quemar contenedores, y se niegan a lavarse las manos cuando lleguen a sus casas, ya si eso hablamos...
porque si algo ha quedado demostrado estos últimos días, es que el ocho de marzo sigue siendo necesario...
y a vosotras, las que estáis tristes como yo, porque habéis decidido no ir a la manifestación si la hay, y a las que habéis decidido ir si nos dejan celebrarla, pero sabiendo que no va a ser como las anteriores, sólo puedo deciros, citando a virginie (despentes) una vez más: "buena suerte, chicas, y mejor viaje"
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