y ahora tengo que confesarte que me terminé "los pazos de ulloa" el domingo por la mañana, y que entre la tarde y la noche de ese mismo domingo me leí casi del tirón (paré para hacerme un té a mitad tarde y para cenar algo rapidito a eso de las nueve de la noche...) "los testamentos" de margaret atwood...
y es que entre las ganas que le tenía a este libro desde que me enteré que se publicaba; que el domingo fue raro, inhóspito y extraño, y que cuando la vida se me pone rara, inhóspita y extraña yo lo único que puedo hacer para mantener el equilibrio es leer para respirar mejor, que eso quieras que no, ayuda en semejantes circunstancias; y que una vez de vuelta a gilead (porque creo que no hace falta decirlo, pero "los testamentos" son una especie de segunda parte de "el cuento de la criada"), el ambiente me atrapó, como la vez anterior (creo recordar que "el cuento de la criada" me lo leí en dos días, porque tenía unas pesadillas tan salvajes que el segundo día decidí que no podía seguir viviendo entre sus páginas y que me lo tenía que terminar antes de irme a dormir aquella noche...); el caso es que el domingo me leí "los testamentos" de margaret atwood del tirón... y me encantó...
me encantó leer la versión de la tía lydia del principio vista desde la parte "no fértil"... lo del estadio es brutal, lo de la celda y el hotel es muy duro, y aunque no me llegué a decidir (sigo sin hacerlo) sobre si la tía lydia es simplemente una zorra o es una zorra con atenuantes, la verdad es que los detalles que añade a los inicios de gilead, y los matices sobre su personaje (en "el cuento de la criada" no tenía ninguna duda: la tía lydia era una zorra con todas las letras y sin posibles atenuantes) son muy interesantes...
los otros dos testimonios: la joven que se ha criado en gilead y la que se ha criado en canadá también me encantaron... porque el juego es muy interesante... porque consigue dos voces muy diferenciadas... porque la barbarie y el sinsentido son diferentes vistos desde dentro que desde fuera, y aunque el sistema sea dudoso, la educación que una recibe, la marca inevitablemente, y no es tan fácil ver las cosas perversas de un sistema, cuando el mismo sistema te ha educado para que no las veas...
así que sí, es una maravilla... es duro, es cruel, te da esperanza y nos avisa... y que un libro de quinientas páginas que te lees un domingo del tirón, tiene que ser muy bueno... no?...
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