sobre tres relecturas (tres, y cierro el año...)

y es lunes, y aunque ya tengo cerrado el iva, los bancos casi cuadrados, y esta mañana hasta me ha dado tiempo de descargarme los listados del tres cuarenta y siete para cuando vayan llamando... la verdad es que ahora cuando por fin tengo un respiro, y abro este editor para intentar (sólo intentar, porque en este despacho una nunca puede estar segura de tener un rato para teclear), contarte algo...

y tiro una vez mas del hilo de mis lecturas, hoy para hablarte de los tres libros que me releí en los últimos días del año pasado... 

y es que (como creo que ya te dije en alguno de mis posts anteriores) el final de año me pilló relectora... no te sabría decir porqué... quizás porque desde después del verano estoy intentando ahorrar, y aunque no te lo creas, compro menos libros que antes; quizás porque los finales de año me vuelven insegura y me fío menos de mi criterio, y prefiero apostar sobre seguro; o quizás simplemente fueron simples casualidades... libros que ves en la estantería y que sin un motivo concreto te apetece volver a leerte en ese momento... no lo sé... lo que sí sé es que cuanto más releo, más me gusta releer, y creo que este es uno de esos vicios, que no sólo no me quiero quitar, sino que en el año que acabamos de estrenar va a ir a más...

el caso, que me disperso, es que después de los poemas de la era del jazz con los que cerré el último post que te escribí, me releí el regreso del soldado (uno de tus primeros regalos) de rebecca west, que nos cuenta la vuelta del frente de un joven que ha borrado de su memoria, no sólo los horrores de la guerra, sino también sus últimos años, y se ha quedado anclado en el día en que se despidió de su primer amor...

el problema? que él está casado, y que también está casada ella... 

una maravilla de novela, que ha sido un placer releer, de la que te voy a copiar un trocito que me gustó especialmente... y es que dice jenny (la prima del soldado, que es la que nos cuenta la historia...)




pero no mirarse significa que ya no hay necesidad de buscarse con los ojos, de alargar las manos ni de juntar los labios, porque la unión es tal que los enamorados ya no son conscientes de ser dos cuerpos.

rebecca west (el regreso del soldado)



y después del regreso del soldado, con el año a puntito de terminar cogí de la estantería el breve baedeker lunar de mina loy... preciosa antología publicada por la editorial torremozas, que me encantó en su día y que me ha vuelto a encantar...

y de esta preciosa antología te voy a copiar dos de los cantos a joannes...

el primero porque a mí tampoco me importa hacía dónde caminan las patas de las patas de los muebles (no es una errata mía... lo he copiado tal cual estaba...) 




XVII

no me importa

hacia dónde caminan las patas de las patas de los muebles

o qué se esconde tras las sombras que cruzan a zancadas

o qué me miraría

si las contraventanas no estuvieran cerradas



rojo cálido color en el campo de batalla

pesada sobre mis rodillas como un cubrecama

contadora de cuentas

conté los flecos de la toalla

hasta que dos borlas enredadas

dejaron que la habitación se desmoronase

por un vacío redondo

que iba dilatándose con mi respiración



mina loy (breve baedeker lunar)

y el segundo, porque me encantan los poemas cortos...




XX

dejemos que la felicidad vaya con sus alas de consuelo

a causar revuelo a quien considere

mina loy (breve baedeker lunar)



y ya para terminar (que tengo que hacer cosas) te diré que me releí los cálices vacíos de delmira agustini, también de la torremozas, que es uno de mis poemarios favoritos...

y aunque de este poemario ya no sé la de poemas que llevo copiados (aquí y en mi pequeño palacio), y arriesgándome a repetir, te voy a copiar el poema ceguera, porque los versos del final son de esos que a veces me tarareo a mí misma sin darme cuenta...




ceguera



me abismo en una rara ceguera luminosa

un astro, casi un alma, me ha velado la vida.

se ha prendido en mí como brillante mariposa,

o en su disco de luz ha quedado prendida?



no sé...

rara ceguera que me borras el mundo,

estrella, casi alma, con que asciendo o me hundo:

dame tu luz y vélame eternamente el mundo!

delmira agustini (los cálices vacíos)



corto y cierro... en cuanto pueda, vuelvo y te cuento las lecturas de este año...

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