sobre llorar en la sopa...

jueves y te escribo desde el despacho... con la caja por hacer (la de ayer y la de antes de ayer) y el teléfono que no ha parado de sonar desde que he vuelto de desayunar...

claro que si bien es cierto que tengo la caja por hacer, y los talones para meter en sobres y unas cuantas facturas encima de mi mesa... cierto es también que conseguí acabar con la facturación del quince... y que como te decía el teléfono está muy insistente esta mañana y yo estoy sola con las cuatro líneas telefónicas...


jueves y te contaré que estuve leyendo llorar en la sopa, el libro que me regalaste de elena poniatowska, que me ha encantado... 

libro de cuentos, de infancias y sueños, de perros abandonados, abuelas extrañas, muebles que se deterioran, tías que poseen el don de la palabra, fiestas extrañas, maneras de comer alcachofas, casas que son abandonadas, jardineras con extraños poderes imaginarios, esperas, impaciencias, y muchas otras cosas...

una maravilla de libro que me ha encantado leer, así que gracias...

y antes de cortar te voy a dejar una de las citas que copié... del primer relato...



pienso en ti muy despacito, como si te dibujara dentro de mí y quedaras allí grabado. quisiera tener la certeza de que te voy a ver mañana y pasado mañana y siempre en una cadena ininterrumpida de días; que podré mirarte lentamente aunque ya me sé cada rinconcito de tu rostro: que nada entre nosotros ha sido provisional o un accidente.

elena poniatowska (el recado

uno de los cuentos de llorar en la sopa)


 y ahora corto y cierro...

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