sobre vueltas a la realidad y lo último que he leído de george sand...

lunes  martes, y te escribo desde la caja... con mil cosas por hacer, pero condenada como estoy a estar en caja, sin poder hacer ninguna de las mil cosas que tengo por hacer, pues abro el editor y aprovecho para escribir algo...

y te diré que la vuelta a la realidad después de cuatro días seguidos de fiesta, la verdad es que está siendo complicada... claro que desde principios de mes, todo resulta más complicado por aquí... pero habrá que acostumbrarse... 

martes y admito que después del trauma que ha supuesto escuchar el sonido del despertador, al que en estos cuatro días me había desacostumbrado, en vez de empezar a vestirme, que es lo que suelo hacer, me ido al sofá después de tomarme el café, y ya estaba yo tumbada y a punto de coger un libro para leer un rato, cuando me he acordado con amargura de que la buena vida se había acabado y de que en vez de leer, me tenía que vestir para bajar al despacho... en fin... un asco...


martes y visto que sigo en la caja y que no puedo hacer nada, te contaré que hace un par de semanas, me leí tamaris, novela de george sand, que compré en la cuesta del moyano en aquel día de museos que me da a mí que va a ser complicado repetir dadas las nuevas circunstancias, por un eurillo de nada...



en el mes de marzo de 1860 acababa yo de acompañar desde nápoles a niza, en calidad de médico, al barón de la rive, un antiguo amigo de mi padre, un segundo padre para mí. el barón era rico y generoso, pero yo me había impuesto como un deber el consagrarle gratis los primeros años de mi carrera médica; había salvado a mi familia de más de un desastre; todo se lo debíamos; se vió obligado a aceptar mi sacrificio, y lo aceptó gustoso porque se hallaba dotado de un gran corazón.

george sand (tamaris)


 y así empieza amandine aurore lucile dupin (george sand) a contarnos esta historia en la que un joven médico tiene que vender una propiedad y se ve envuelto en los líos de un amigo (uno de esos personajes que de frívolos que son, me sacan de quicio) a la vez que se enamora de quien él cree que no debería... y hay un pescador bueno pero que tiene debilidad por su ahijado, y una joven viuda escondida con su hijo, lejos de la corte, y una mujer que ha perdido su belleza por los celos, y una hija ilegitima criada lejos del mundo, y el barón, que he de decir que es un personaje que me encanta...

y te contaría más cosas pero me acaban de levantar el castigo y puedo volver al despacho... así que corto y cierro que tengo demasiadas cosas que hacer, y esta semana tiene un día menos... 


pd. el libro me encantó... claro... aunque admito que sufrí un rato...

pd.2. la otra noche, cuando me mandaste aquel mensaje, inevitablemente pensé en aquel hielo en el que el coronel aureliano buendía pensó frente al pelotón de fusilamiento... 

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