sobre la bestia humana...

viernes (ya!?) y te escribo desde el despacho... con la caja hecha, el correo abierto, impreso y entregado, los talones en sobres esperando que me den el visto bueno para enviarlos, y con un par de albaranes en la cubeta que acaban de llegar y que creo que me toca meter a mí... para variar...

(y he interrumpido la emisión para meter los albaranes, que eran tres, y como me faltan dos códigos de uno de ellos, pues retomo mis tecleos mientras me los dan...)


viernes, y hoy te contaré que estuve leyendo la bestia humana de emile zola...  



al entrar roubaud en el cuarto, dejó encima de la mesa la barrita de pan, el pastel y la botella de vino. por la mañana, antes de bajar a su puesto, la señora victorie debió de llenar la estufa con tal cantidad de carboncillo que la atmósfera era sofocante. el subjefe de estación abrió la ventana y se apoyó de codos en ella.

emile zola (la bestia humana)


y así empieza zola esta entrega de los rougon-marquart... roubaud es feliz mientras espera a su esposa séverine, una huerfana cuyo padrino ha ayudado mucho al subjefe de estación en su carrera... pobre roubaud, que lejos está de saber lo que descubrirá pocos minutos después, cuando séverine llegue, lo que hará más tarde, y como eso cambiará su vida sin remedio...

y dirás que estoy siendo misteriosa, pero es que de esta novela no me gustaría contar más de lo estrictamente necesario... 

el caso es que hecho el descubrimiento de roubaud, y lo que hará más tarde, aparece en escena jaques lantier (de la parte de los marquart... ya sabes, el segundo hijo de gervaise, la de la taverna; y hermano de claude, el de la obra, de etienne el de germinal, y por parte de madre, también hermano de naná...) que lo ve todo sin querer... y que además (es de la parte de los marquart) tiene un secreto, muy oscuro, que le hace mantenerse alejado de las mujeres...

y entonces jaques conoce a séverine, la esposa de roubaud, y se enamoran, claro... 



sí, decididamente estaba hecha para entregarse, pues al caer en brazos de aquel hombre acababa de experimentar la verdadera felicidad de la mujer, la de ser acariciada, de devolver tanto placer como el que recibía. 

emile zola (la bestia humana)


y aunque jaques cree que está curado, séverine comete la imprudencia de confesarle sus pecados... y entonces no te digo más, no se me vaya a escapar algo...

además, como es habitual en zola, de a jaques, a séverine y a roudaud, conoceremos las historias de otros personajes, como la del presidente grandmorin y lo que hacía en la casa que le deja a séverine en herencia; o la historia de pecqueux, el ayudante de jaques que tiene una mujer en cada lado de la línea del tren; o la historia de phasie que dice que está siendo envenenada por su marido, misard, que tras su muerte buscará el dinero que ella ha escondido; y la historia de flore, enamorada de jaques y dispuesta a hacer una verdadera barbaridad; la de su pobre hermana louisette... y la de uno de mis personajes favoritos: cabuche, uno de los buenos, víctima de las circunstancias... ah! y la lison, que aunque es una locomotora es un personaje más en esta historia...

una maravilla... espectacular, dolorosa y desesperanzadora... pero maravillosa...


y te contaría más cosas, pero tengo que cortar y cerrar... porque el jefe quiere que haga una remesa, ya, y que la pase por el banco en cinco minutos a mas tardar...

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