ocho de marzo y aunque no sé qué escribir, tampoco sé si sabría no escribir un día como el de hoy...
y es que si antes podía parecer que un día como el de hoy, el día de la
mujer trabajadora, había dejado de tener sentido (en todos los años que
llevo escribiendo por estas playas, muchos han sido los que han
aprovechado este día para decirme lo poco que les gustaban los días de en general, y este día deen
particular), cosa que, la verdad es que, nunca me llegué a creer del
todo; porque había voces que nos decían que ya teníamos esa igualdad que
queríamos, y que era hora de dejar de pedir cosas... lo cierto es que
aunque entonces aún quedaban cosas por hacer, en los dos últimos años,
en vez de dar pasitos para adelante (que era lo lógico) hemos dado unos
cuantos pasos (que no pasitos) para atrás... de hecho en breve (si nadie
lo remedia) ya no podremos ni decidir sobre nosotras mismas (ya ves que
ocurrencias tenemos, querer decidir sobre nuestros cuerpos como si
fueran nuestros)
dos años de recortes en todo lo recortable... dos años en los que además
de empeñarse en cambiarle el nombre a la violencia de género, le han
quitado los fondos y los medios a los que intentaban erradicarla...
menos dinero para casas de acogida, menos dinero para ayudas, menos
campañas de concienciación y unos datos preocupantes en cuanto a lo que
nuestra juventud considera tolerable en cuanto a control por parte de
sus parejas...
dos años en los que aquello de que tenía que haber el mismo número de
hombres y de mujeres en el gobierno, parece que se ha quedado en papel
mojado... dos años en los que junto con los demás trabajadores hemos
perdido seguridades y derechos que costó años y sangre conseguir y que
se nos han arrancado a golpe de leyes y decretos...
dos años en los que el gobierno decidirá por nosotras quienes serán
madres y quienes no lo serán... porque los tratamientos de fertilidad,
la seguridad social solo se los cubrirá a las parejas heterosexuales (o
como dios manda, que dirían ellos) y las parejas homosexuales y las
mujeres solteras (qué locura!) que pretendan tener los mismos derechos,
descubrirán que eso no es así, por mucho que esa constitución tan traida
y tan llevada, nos diga que sí... y además con la ley de supuestos, el
gobierno ilegalizará algo que se seguirá practicando, para peligro de la
vidad de las que no quieran proseguir un embarazo que por distintos
motivos no quieran llevar a término y que tengan que recurrir al aborto
clandestino; y el enriquecimiento de aquellos que cobren por ello...
pero tranquilos, que las niñas bien seguirán viajando a londres...
así que sí... nos sigue haciendo falta celebrar el día de la mujer
trabajadora, salir de manifestación, cortar las calles (aquí ya están
cortadas por la fallas, así que no lo notarán demasiado) para pedir
cosas tan absurdas como que: a mismo trabajo se nos pague igual... o
como que nuestro cuerpo es nuestro y haremos con él lo que queramos en
todo momento.
hay una cita de virginia woolf, del libro día y noche en la que mrs. seal, una sufragista que lucha por conseguir el voto femenino, habla del día en que se consiga... y dice:
-será un gran día -afirmó mrs. seal, mientras una lucecita aparecía en sus ojos-. un gran día no sólo para nosotras, sino para toda la civilización. por eso me interesan todas estas reuniones de comités. cada una de ellas es un paso, por pequeño que sea, hacia delante en la gran marcha de la humanidad. lograremos que quienes vengan detrás de nosotros gocen de tiempos mejores y que muchos de ellos comprendan nuestro esfuerzo.
virginia woolf (día y noche)
así que hoy iremos a la manifestación y también el año que viene y el siguiente, y estoy segura de que al
final lograremos que quienes vengan detrás de nosotros gocen de tiempos
mejores y que muchos de ellos comprendan nuestro esfuerzo...
***
pd. y como ya viene siendo tradición en el día de hoy, aprovecho para
dar las gracias a las mujeres que escribiendo nos dieron la voz que
ahora tenemos... así que amplío mis gracias a las mujeres que he
conocido entre un ocho de marzo y otro, y doy las gracias a christine de
pizan (por su ciudad de las damas y por escribir allá por siglo quince)
y a carolina valencia (por su ambición).
doy las gracias a dulce chacón (por su inolvidable voz dormida y su
pepita), a hiromi kawakami (por enseñarme que el cielo es azul y la
tierra blanca), a sylvia beach (por abrir aquella librería en parís y
editar el ulysses), a janet flanner (por sus cartas desde parís) y a
winett de rokha (por su fotografía en oscuro).
gracias a nadiezhda mandelstam (por enseñarme que se puede sobrevivir
contra toda esperanza), a cecilia böhl de faber (por escribir como
fernán caballero), a josefina aldecoa (por sus cuentos), a la baronesa
emma orczy (por su pimpinela escarlata), a mary cholmondeley (por aquel
inconveniente y aquella polilla y la herrumbre que tanto me gustaron), a
pino ojeda (por ese alba a la espalda), a lillian hellman (por sus
recuerdos de hammett y su mujer inacabada), a violeta parra (por sus
poemas) y a marcella olschki (por enseñarme las complicaciones que podía
traer mandar una postal en 1938).
gracias también a mascha kaléko (por sus tres maneras de estar sola), a
leonor lópez de córdoba (por escribir sus memorias), a mary kingsley
(por sus inolvidables viajes por el áfrica occidental), a anna kavan
(por su helada visión del apocalipsis en hielo) y a vita sackville-west
(por llevarme a teherán y por contarme la historia de la doncella de
orleans).
gracias a margaret atwood (por sus relatos, sus novelas, sus ensayos y
sus poemas), a natalie c. barney (por sus retratos a trazos), a ninón de
lenclós (por sus cartas al marqués de sévigné), a madame roland (por
sus impresionantes memorias privadas), a elizabeth smart (por sentarse
en grand central station y llorar), a elizabeth jenkins (por contarme la
triste y espeluznante historia de harriet), a julia strachey (por
contarme ese precioso día para la boda), a rosario castellanos (por sus
increibles poemas), a serafina núñez (por su tierra de secreta
transparencia), a maria bashkirtseff (por sus pinturas y sus diarios) y a
louise glück (por su iris salvaje).
y gracias a ingeborg bachmann (por sus poemas), a mary elizabeth braddon
(por contarme el secreto de aurora floyd), a vittoria colonna, gaspara
stampa y chiara matraini (por escribir poemas en el renacimiento
italiano), a edna o’brien (por sus maravillosas chicas de campo), a
julia hartwig (por su dualidad), a kate chopin (por ese maravilloso
despertar) y a mi tocaya, anna grigórievna dostoiévskaia (por contarme
sus años de matrimonio con uno de mis rusos favoritos).
feliz día de la mujer trabajadora.
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