miércoles y te escribo desde el despacho... y mira la hora que es y a mí
ya me ha dado tiempo a discutir por correo electrónico con un cliente, a
pedir un sepa en blanco por los líos de las fusiones de los bancos, a
tramitar un pedido de veintisiete robots amarillos y a desayunar (la
rutina que mas me gusta de este despacho, para qué lo voy a negar...)
miércoles y la "migración" de la web, bien, gracias... al primer correo,
ese que no entendía por mucha buena voluntad que le ponía, siguió otro
mas de andar por casa, en el que un informático al que le había dicho
por teléfono que no sabía si me iba a aclarar, me explicaba lo de la
migración de una manera más simple y más práctica...
miércoles y hoy toca hablar de un libro que en circunstancias normales
no me habría comprado... pero uno de los peligros de comprar libros por
internet, es que no los ves hasta que llegan... por suerte, en todos
estos años de compras virtuales, han sido pocas las desilusiones que me
he llevado...
el caso es que llevaba tiempo saliéndome en mis búsquedas un libro de
carson mccullers, pero cuyo título, un pelín raro, no me hacía decidirme
a comprarlo... dulce como un pepinillo y limpio como cerdito,
es como se titula el libro... y acabé encargándolo en esa librería que
está en la esquina de parís con valencia, y allí fui a recogerlo hace
unas semanas camino de la residencia...
admito que al entregarme la chica de la librería mi pedido (que tenía un
par de títulos más) este libro me dejó algo desconcertada, porque su
apariencia no es la que suelen tener los libros que normalmente me
compro... y es que este libro de poesías de carson mccullers, tenía toda
la pinta de ser (y además de la pinta, era) un libro infantil...
de hecho mi ahijada, que tiene siete añitos, y que ese día se había
venido a la residencia a ver a la abuela, cuando me vio aparecer creyó
que el libro era para ella, y no se quedó muy convencida cuando le dije
que era para mí... probablemente la cría tenía razón, y lo lógico
hubiera sido regalarselo, pero yo soy muy mía para mis cosas, y si me
había comprado el libro, al menos tenía que ojearlo, no?
aquella tarde mi ahijada y yo estuvimos leyéndolo en voz alta (ha
aprendido a leer hace poco, y le hacían gracia los poemas de la
mccullers, cuya versión en inglés, me hacía leer a mí, yo creo que
esperanzada en que al hacerme leer en otro idioma, mi ritmo de lectura
se pareciese al suyo) y cuando llegué a casa el libro se quedó en una de
las estanterías del pasillo (ya que si bien el libro era mío, no tenía
muy claro que fuera de mi estilo...)
y entonces llegó la noche del sábado pasado... la noche del uno al dos
de marzo, y aquella llamada de teléfono, y aquel esperar despierta, con
el libro que no podía seguir leyendo dentro del bolso (creo que con ese
libro he tenido un extraño dejavú, y tendrá que pasar un tiempo antes de
que retome su lectura), y ese no poder ver la televisión (soportar a
los tertulianos de la sexta hubiese sido demasiado y las series se me
antojaban tan triaviales que ponerme a ver una me hubiese parecido un
sacrilegio), y yo intentaba leer pero no había manera... pero tampoco
podía mirar al techo porque mi techo no habla (como aquel de todos los nombres)
así que la verdad es que no te sabría decir cuantas primeras páginas de
distintos libros me leí aquella noche... hasta que vagando por el
pasillo buscando otro libro que empezar, cogí éste con el que tan mal
comienzo había tenido, y me pareció que era el libro perfecto para
aquella noche absurda...
poemas cortos... poemas para niños... poemas que me consolaron en una
noche demasiado larga y demasiado corta a la vez... por eso, aunque no
creo que vuelva a leer este libro, la verdad es que tengo que darle las
gracias por ayudarme a pasar aquella noche...
y antes de cortar y cerrar me vas a dejar que te copie uno de los poemas
que me he quedado de recuerdo... un poema que habla de los sueños, y
que además es el favorito de mi ahijada...
kruchi, kazuchi, kaluchi, kazín
cuando te caes de un negro acantilado
suave como una pluma
y abres tus ojos a la claridad del día
es que estabas dormido.
cuando te persigue un hombre malo
en arenas movedizas,
has tenido pesadillas
y asustado te despiertas.
cuando las rosas florecen en la ventisca
y las casas son raras como las casas de los magos,
era sólo un sueño.
cuál es el significado de un sueño?
kruchi, kazuchi, kaluchi, kazín.
este es el significado de un sueño.
carson mccullers (dulce como un pepinillo y limpio como un cerdito)
corto y cierro...
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