jueves, y te escribo desde el despacho... con la caja sin hacer; el
correo abierto, reabierto, impreso y entregado a quien corresponda en
cada caso; con los talones en sobres, listos para ser enviados; y con un
sueño que no es normal, ya que el café me lo he tomado hace un rato...
claro que ayer me acosté a las tantas intentando corregir ese relato que
creo que no he conseguido contar como pretendía, pero que a falta de
una última relectura, creo que ya está terminado... dentro de mis
posibilidades, claro...
jueves y te contaré que hace unos días estuve leyendo el despertar, novela de kate chopin de la que no había oído hablar (ni de la novela ni de su autora).
y te preguntarás como acabé comprando una novela de una autora a la que
no conocía ni de oídas, sabiendo como soy... y es que en enero fui un
día a esa librería que está en la esquina de parís con valencia, de
camino a la residencia, dispuesta a gastarme las estrenas navideñas que
me había dado uno de mis tíos... porque mi tía mariedel siempre decía
cuando me daba dinero en navidades y cumpleaños que ese dinero no era
para gastar en cafés y cosas de esas... siempre me decía que con ese
dinero lo que tenía que hacer era comprarme de su parte un regalo... y
como mi tío, el que me dio las estrenas, era su marido, yo continúo con
esa tradición que teníamos mi tía y yo, y con las estrenas me suelo
comprar libros...
así que como te decía, estaba yo en esa librería que está en la esquina
de parís con valencia, buscando el primero de los episodios nacionales
de galdós entre los libros negros de la editorial cátedra, y una vez
localizado, seguí buscando, pues me quedaba dinero de las estrenas, y
había decidido gastarmelas enteritas esa tarde... y entre los libros
blancos de cátedra me llamó la atención el nombre de kate chopin... y
aunque no la conocía, decidí llevármela a casa, porque, no sé a ti, pero
para mí, cátedra es toda una garantía, ya sea en blanco o en negro...
y luego supe que kate chopin, que de soltera se llamaba katherine
o’flaherty faris, fue una escritora norteamericana de finales del
diecinueve y principios del veinte... y que esta novela, el despertar, según dice en la contraportada, fue todo un escándalo cuando se publicó en la época...
un loro de color verde y amarillo, cuya jaula estaba colgada en el exterior de la puerta, repetía una y otra vez:
allez vous-en! allez vous-en! sapristi!*. está bien!
(*Vete! Vete! Caramba!)
kate chopin (el despertar)
y así es como kate chopin empieza a contarnos la historia de edna
pontellier, una especie de madame bovary norteamericana, pertenecienta a
la sociedad bien de nueva orleans, que en un momento dado se da cuenta
de lo insatisfecha que está, y contraviniendo todas las normas de la
buena sociedad, intenta poner remedio a su insatisfacción, aprovechando
que su marido está de viaje...
edna pontellier, que según la descripción que hace de ella kate chopin tenía los ojos vivos y brillantes, de un castaño amarillento; casi del mismo color que su cabello... y que además, tenía
una manera de fijarlos sobre un objeto y de mantenerlos allí, como si
estuviera perdida en un laberinto interior de contemplación o de
pensamiento...
una maravilla de novela, aunque admito que habiendo sido escrita por una
mujer, quizás esperaba un final diferente al que debía esperarme (sí,
lo sé, no me explico bien... pero es que no quiero, ni debo, explicarme
del todo), claro que teniendo en cuenta que se publicó en mil
ochocientos noventa y nueve, bastante es ya que una mujer escribiera una
historia como ésta...
-uno de estos días -dijo edna-, voy a serenarme durante un rato para poder pensar e intentar averiguar qué clase de mujer soy; porque sinceramente no lo sé. según los códigos de comportamiento que conozco, soy un ejemplar de mi sexo diabólicamente malvado. pero de alguna manera no logro convencerme de que lo soy. debo pensar sobre ello.
kate chopin (el despertar)
que me ha encantado... y curiosa casualidad, acabo de descubrir que en
el libro de relatos que me llegó ayer (sí, lo he vuelto a hacer... he
pedido otro libro por internet...), hay un relato de ella... así que
imagino que volveré a leerla en breve...
y ahora corto y cierro, que me han traido un café del carrefour express y
voy a ver si me despierto ya del todo y me pongo, al menos, con la caja
de ayer, que digo yo que la hora que es, ya tendría que tener la caja
hecha...
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