sobre tres páginas de un diario...

lunes y de vuelta en el despacho...


sigo de jefecilla, al menos hasta esta tarde... y aunque había dejado mi mesa del despacho el sábado a las doce cuando me tocó salir a la caja, no sé como, pero la verdad es que vuelve a estar llena de papeles... con dos cajas (dos!) por hacer... con cuatro albaranes por meter... con pedidos que pasar... y con un talón urgente que hacer... así que bien... gracias...


y el teléfono no ayuda... porque no para de sonar...





y aunque la verdad sea dicha, hoy voy con prisas, te quería contar que ayer vi tres páginas de un diario, la segunda película que louise brooks hizo con pabst (después de la caja de pandora) que desde que leí el libro de la brooks tenía ganas de verla...


y me encantó... nada que ver el papel de la brooks con el de lulú...


tres páginas de un diario (o diario de una perdida, que creo que fue la traducción en inglés) es una maravilla... esa pobre niña que el día de su confirmación pierde a su ama de llaves y descubre cosas que la pobre no debería descubrir... y ese día le regalan el diario... diario en el que el asqueroso del farmacéutico le escribe una notita... diario en el que la familia descubre el nombre del padre de su hija... ese diario en el que le escribe una carta al conde osdorff pidiendole ayuda... ese diario que las internas del reformatorio se van pasando unas a otras la noche que louise decide fugarse... el diario en el que erika le apunta la dirección del lugar donde podrá pasar la noche (y donde se perderá ya del todo)... el diario en el que escribirá los números de la rifa que la hará perder del todo a su padre... en fin... ese diario que acompaña a la protagonista durante toda la película, al que ella confía las tristezas que la vida le va enviando...


y me encantó la película, porque el cine mudo tiene un algo que de vez en cuando me hace falta... porque louise brooks está maravillosa cada vez que aparece en la pantalla... y porque pabst es un artista y se nota en sus luces y en sus sombras, y en la manera de cortar las escenas, en la forma de contar con las miradas, los horrores que no nos muestra...


que fue una maravilla pasar mi noche del domingo con pabst y con louise brooks... y que el último intertítulo me pareció una preciosidad...





y ahora corto y cierro...