ehrengard

                                        

una vieja dama contó esta historia:   

hace ciento veinte años –empezó-, mi historia se contó sola, empleando en ello más tiempo del que ni vosotros ni yo podemos concederle, y con multitud de detalles y pormenores que nosotros no podemos abrigar la esperanza de conocer jamás.


así empieza isak dinesen (karen blixen) a contar la historia de ehrengard... un cuento largo... pero un cuento... por aquello de que puede ser contado... y así es...


y yo, que colecciono principios hace tiempo, me enamoré de esta manera de empezar una historia... porque la excusa de la historia encontrada siempre me ha gustado... porque el convertirla en oral al dejar que sea una vieja dama la que la cuente la historia me parece un truco genial... y porque te das cuenta leyéndola que no es fácil escribir un cuento, aunque ella parezca que lo haga de manera tan natural como hablar...


la historia?... un cuento dentro de otro cuento (esa técnica de cajas chinas que tanto le gusta a la dinesen) sobre un príncipe que se enamora de una princesa y que se casa con ella... y hasta aquí todo es muy cuento de hadas hasta que el príncipe le dice a la reina que la princesa está embarazada... pero que el niño nacerá un poco antes de lo esperado, porque digamos que la noche de bodas no fue la primera noche que el príncipe y la princesa pasaron juntos... así que la reina preocupada por el qué dirán, decide con ayuda de un pintor (sí, un pontor metido a consejero de estado) que la mejor solución será llevar a los recién casados al campo, a una casa donde sólo unos pocos tengan acceso, para que nadie sepa el secreto... que nazca el heredero cuando tenga que nacer, y un par de meses después anunciar el nacimiento, para que al pueblo le cuadren las cuentas... y una de esas personas de confianza será ehrengard... elegida como dama de compañía de la princesa... y personaje sorprendente... sobre todo para el pintor...


y no te cuento mas, que no quiero contar el final... lo que sí te diré es que este cuento me ha demostrado lo que ya sabía... que aunque la obra mas conocida de la dinesen sean sus memorias de áfrica (libro maravilloso donde los haya... ya sabes: "yo tenía una granja en áfrica, al pie de las colinas del ngnong") lo que se le da increiblemente bien a esta mujer es escribir cuentos... lo descubrí leyendo sus cuentos de invierno... pero con este de ehrengard, no he podido menos que rendirme a su talento... así que tendré que seguir buscando mas cuentos de ella... porque ha sido un placer volver a leer a la dinesen y escuchar la historia que contó una vieja dama...

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