sobre llamadas telefónicas

 
por favor, dios mío, haz que me telefonee ahora. oh, dios, que me llame. no te pediré nada más, te lo prometo. me parece que no es pedir demasiado. te costaría tan poco, dios mío, concederme esta pequeñez... que me telefonee ahora mismo, mada más. por favor, dios mío, por favor, te lo ruego. si no pensara en ello, tal vez sonaría el teléfono, como sucede a veces. si pudiera pensar en otra cosa, lo que fuera. quizá si contara hasta quinientos de cinco en cinco, el timbre sonaría cuando terminara. contaré lentamente, no quiero hacer trampa, y si suena cuando llegue a trescientos no pararé; no responderé hasta llegar a quinientos. cinco, diez, quince, veinte, veinticinco, treinta, treinta y cinco, cuarenta, cuarenta y cinco, cincuenta... por favor, que suene, por favor.


así empieza el relato una llamada telefónica de dorothy parker...


ya colgué un fragmento hace tiempo... pero es un relato que me sigue fascinando... porque creo que todas (y quizás todos) hemos pasado en algún momento por ahí... y porque dorothy parker lo pone en palabras de una manera increible...


lo encontré en el tomo de su narrativa completa editado debolsillo... aunque realmente debería decir que me reencontré con ella... con la parker... y con su manera de contar historias... con sus relatos y con sus artículos, que hacía años que no leía... y con ese humor tan suyo... ese humor que solo tiene ella, y que de alguna manera te hace sonreir de una determinada manera mientras lees sus letras...


así que sí... ha sido un placer volver a leer a la parker...

No hay comentarios:

Publicar un comentario