XVIII
se ahogó mi risa en el espejo.
largo crujido siniestro lanzó a la noche el cristal de
plata.
una, dos... calló la hora, metal frío de planeta en la
rigidez del páramo.
epiléptica de calentura la luna se dio a los balcones.
y el cadaver de mi risa es una esmeralda blanda que
al deshacerse vuelve en la superficie argollas y cruces
brillantes.
este es uno de los poemas que componen el poemario anuarí de teresa wilms... una escritora chilena de principios del siglo pasado, a la que he de admitir que no conocía...
encontré este libro cotilleando los fondos de la editorial torremozas, y aunque no suelo leer los prólogos, con los de esta editorial suelo hacer excepciones... y en el prólogo descubrí a una mujer increible, con una vida apasionante... y este poemario de amor y muerte me ha dejado sobrecogida y alucinada...
"de qué mundo remoto nos llega esta voz extraña cargada de siglos y de juventud? tiene la clara diafanidad del canto en las altas cimas, y no sabemos si es cerca o lejos de nosotros cuando suena en el maravilloso silencio." no lo digo yo... lo dijo valle-inclán cuando se editó el poemario... y no puedo menos que estar de acuerdo con él...
que ha sido una maravilla conocer a teresa wilms y leer su anuarí...
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