sobre hacer la maleta



todo lo que tengo lo llevo conmigo.
o: todo lo mío lo llevo conmigo.
he llevado todo lo que tenía. no era mío. era o algo destinado a otras finalidades o de otra persona. la maleta de piel de cerdo era la caja de un gramófono. el guardapolvo era de mi padre. el abrigo de vestir con el ribete de terciopelo en el cuello, del abuelo. los bombachos, de mi tío edwin. las polainas de cuero, del señor carp, el vecino. los guantes de lana verdes, de mi tía fini. sólo la bufanda de seda de color burdeos y el neceser eran míos, regalos de las últimas navidades.
en enero de 1945 la guerra continuaba. temiendo que en pleno invierno los rusos me obligasen a ir quien sabe dónde, todos quisieron darme algo que quizá tuviera utilidad, aunque ya no sirviese de nada.


así empieza el libro todo lo que tengo lo llevo conmigo de herta müller (otra de las mujeres que ganaron el nóbel), un libro duro, complicado y precioso...


el libro cuenta una parte de la historia que yo no conocía... poco antes del final de la segunda guerra mundial, cuando los rusos entraron en rumanía, se llevaron a los ciudadanos rumanos de origen aleman de entre diecisiete y cuarenta y cinco años a rusia, a los campos de trabajo... el libro cuenta la historia de leopold auberg (un joven de apenas diecisiete años cuyas experiencias están basadas en lo que herta müller conversó con su amigo poeta oskar pastior quien sufrió esa experiencia)


el hambre que lo ocupa todo... las mondas de patata congeladas tras el almacén... las rebanadas de pan que se pesan cada mañana en función del trabajo a realizar... el arte de mendigar ofreciendo carbón (y ese pañuelo blanco que se convierte en tesoro)... los trapicheos para conseguir sal o un poco de azucar... la frase de su abuela (en el pasillo de madera, justo al lado del contador del gas) cuando justo antes de que se lo llevaran le dijo: "sé que volverás" (él dice que no retuvo esa frase en la memoria deliberadamente; que se la llevó al campo de trabajo sin darse cuenta)... las historias de los demás deportados... y el hambre, sobre todo el hambre (y ese ángel del hambre que vuelve loco al protagonista) que siempre está ahí ocupándolo todo...


un libro duro, complicado y precioso... sobretodo precioso... quizás por eso, días despúes de haberlo terminado, el libro me sigue rondando... porque cuenta una historia dura... porque es complicado leerlo... pero tiene un lirismo que lo hace precioso...


y que me encanta el principio... esa maleta improvisada con los "regalos" de los que se quedaron... eso de que todos quisieron darle algo que quizá tuviera utilidad...


una maravilla volver a leer a la müller y conocer de su mano partes de la historia que a mí no me contaron...


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