la buena tierra



era el día de las bodas de wang lung. por el momento, al abrir los ojos en la sombra de las cortinas que rodeaban su cama, no acertaba a explicarse por qué razón aquel amanecer le parecía distinto de los otros. la casa permanecía silenciosa.


así empieza el libro de la buena tierra de pearl s. buck... un libro maravilloso... un libro increible... una de esas novelas río que te cuentan vidas enteras... desde ese día de las bodas de wang lung hasta que wang lung lung ya tiene hijos y nietos...



entonces, wang lung se volvió y se encaró con la mujer por primera vez. tenía un rostro cuadrado y franco, la nariz corta, ancha, con las fosas nasales grandes y oscuras, la boca dilatada y semejante a una incisión. los ojos, pequeños, de un negro sin brillo, tenía una tristeza velada, no expresada claramente. aquel rostro producía una impresión de hermetismo y silencio, como si no pudiera hablar aunque quisiese.
la mujer soportó la mirada de wang lung con paciencia, sin mostrarse confusa ni, a su vez, curiosa. esperó simplemente a que él la hubiera mirado.


 o-lan... la esclava que wang lung compra como esposa y que dará a luz a sus hijos y en silencio, sola en una habitación, pero que antes dejará hecha la cena... uno de esos personajes que se te cuelan en el corazón (porque a mí me sigue doliendo que wang lung le quitara las perlas varios días después de haber terminado la novela)


una maravilla volver a leer a pearl s. buck... y una tontería: fue mi abuela la que hace años me descubrió a pearl s. buck al regalarme su viento del este, viento del oeste... y ahora he sido yo la que le ha dejado la buena tierra a ella... y está encantada...


(ay! chati que bonito todo)


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