el pirata

le ciñó el talle con los brazos y la apretó contra su pecho. así permanecieron largo, largo tiempo en un gran silencio, a la brillante luz de la luna que entraba por la ventana. el teniente dirigió su mirada a la cabeza que reposaba en su hombro. arlette tenía los ojos cerrados y la expresión grave de su rostro manifestaba el deleite de una ensoñación infinitamente etérea, plácida y eterna, por decirlo de algún modo. la punzante dulzura de su encanto le atravesó el corazón. "es preciosa. esto es un milagro", pensó, con algo parecido al terror. "es imposible".





la cita es de el pirata, de joseph conrad...



leo a conrad por aquel uno de los nuestros... y este pirata lo cogí una tarde y lo volví a dejar (nunca me había preguntado que sería de los libros que cogíamos y dejabamos en las librerías hasta que por casualidad supe que había sido de aquel libro)



así que cuando me volví a cruzar con el pirata de conrad me lo tuve que llevar a casa... porque siempre me han gustado las historias de piratas... desde pequeña, me han contado que me encantaban esas pelis de piratas y princesas, en blanco y negro o coloreadas... porque desde el corsario negro de calgari tenía ganas de volver a leer otro de piratas... y porque conrad me robó el corazón ya con su lord jim... y porque este libro forma parte de ese cúmulo de casualidades que hacen que esté tentada de volver a creer que existe la magia...



y la cita se me quedó en el corazón porque me recuerda una de esas secuencias de cine que nos hacen suspirar inevitablemente... porque leyendo el libro quise ser arlette... y porque la palabra milagro ha ido cambiando de significado poco a poco y conrad creo que le da el significado exacto que tiene para mí en estos momentos...



la murdoch en su príncipe negro habla de algo parecido cuando dice que "la dicha humana rara vez está desprovista de sombras, ni en las más felices circunstancias, y una dicha casi pura puede ser un terror en si"... quizás por eso me hizo sonreir que el teniente sienta algo parecido al terror al ser feliz y por eso se diga a si mismo que es imposible tenerla entre sus brazos...



y si he de ser sincera hubo un momento del libro en que yo misma creí que era imposible... un momento en que temí que semejante dicha fuera rota (como cuando en guerra y paz tolstoi hace que natacha y andrei se encuentren para volverlos a separar), así que admito que no me esperaba el final... y mas que el teniente, fue el pirata el que me robó el corazón...



así que gracias a la santa casualidad que me hizo coger un libro, volver a dejarlo y reencontrarlo meses después... porque sin este tiempo de por medio no sé si habría sido lo mismo leer el pirata de conrad... una preciosidad de libro...

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