donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo sólo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
luis cernuda
son los primeros versos de un poema de cernuda...
y no puedo evitar preguntarme hoy donde habita el olvido
si existen esos bastos jardines sin aurora
porque un día me convertí en una piedra sepultada entre ortigas
porque alguien a quien no olvido
(y espero no olvidar en la vida)
me olvidó sin querer...
cuando la abuela lola empezó a olvidarnos no sabíamos que existía una enfermedad que se llamaba alzheimer y que te borraba de las mentes de tus seres queridos... no entendíamos porque la abuela nos confundía con personas de su pasado a las que no habíamos conocido... porque olvidaba quienes eramos y que día de la semana era... ahora hay pelis que te cuentan lo que está pasando... pero en aquellos primeros momentos escapaba a mi entendimiento porque la abuela no sabía quienes eramos... porque buscaba unas ligas que hacía años que no usaba y porque se empeñaba en bajar al piso de abajo para comer cuando nuestro piso es de una sola planta... hay recuerdos que me contaron de aquellos días en que los recuerdos se le iban perdiendo... palabras que quisiera olvidar... los ojos de mi madre al contarme como su madre después de todo el día juntas le dijo que tenía la voz igual que su hija... y tengo miedo a ser olvidada, igual que tengo miedo de olvidar que me olvidaron... porque tal vez sienta que mis recuerdos son los únicos que me protegen de ese olvido involuntario de una de las personas a las que mas he querido y que mas me han querido... como si una bruja nos hubiera echado una cruel maldición que nos condena a ser olvidadas y a olvidar...
(menos mal que no creo en dios... sino estaría tentada de preguntar a quien se le ocurrió semejante crueldad)
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