porque todo puede arreglarse aunque sin garantías de felicidad. ni siquiera que el arreglo resulte mejor que la desgracia.
no conocía a onetti, y me ha gustado conocerle... la cita es de dejemos hablar al viento... el libro estaba por casa hace años, uno de esos de una colección del pais... me gustó el título pero luego acabó en la estantería de la entrada y allí ha permanecido hasta hace una semana... pasa a veces... los pendientes se acumulan, y los libros no respetan el orden de cola... es un orden en general caprichoso que a veces cuela a unos y olvida a otros... así que onetti y su dejemos hablar al viento llevaba años en casa esperando ser leido y la semana pasada, por fin, me decidí a conocer al comisario medina y su santa maria...
y admito que igual que me costó decidirme a leer el libro, me costó meterme en la historia... claro que después, una vez dentro ya no había manera de salir...
la cita me gusta porque es cierta... porque la felicidad nadie la garantiza y porque a veces es peor el remedio que la enfermedad...
del libro me guardé otra cita...
somos distintos; todo el mundo es distinto, quiero decir. y nadie entiende a nadie. y tal vez entienden más los que no se proponen entender. pero nadie es mejor que nadie. todos distintos, nadie mejor.
es la teoría del eterno malentendido (si, sigo pensando que nadie entiende a nadie) y ese nadie es mejor que nadie que a veces se nos olvida... quizás si fueramos capaces de recordarlo todos, todos los días nos iría un poquito mejor... no?
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