después de la oscuridad

el suelo que pisamos parece muy firme, pero, en cuanto pasa algo, se te derrumba de golpe. y si te hundes, sanseacabó.





es una cita de after dark de murakami... y como siempre murakami me deja fascinada con su manera de contar historias... esta en concreto cuenta una noche... distintos personajes cuyas realidades se van mezclando... al principio de cada capítulo murakami nos da la hora y así pasamos una noche en blanco...





para las personas, los recuerdos son el combustible que les permite continuar viviendo. y para el mantenimiento de la vida no importa que esos recuerdos valgan la pena o no. son simple combustible. anuncios de propaganda en un periódico, un libro de filosofía, una fotografía pornográfica o un fajo de billetes de diez mil yenes, si los echas al fuego, sólo son pedazos de papel. mientras los va quemando, el fuego no piensa: "oh, es kant!", o "esto es la edición vespertina del yomiuri shinbun", o "buen par de tetas!". para el fuego no son más que papelotes. pues sucede lo mismo. recuerdos importantes, otros que no tienen ningún valor: todos, sin distinción, no son más que combustible. y sabes? si a mí me faltara ese combustible, si dentro de mí no hubiera esa especie de cajón de recuerdos, hace tiempo que, cras!, me habría partido en dos. y me habría muerto en cualquier rincón. gracias a ese montón de recuerdos, valiosos o insignificanes según el momento, que van saliendo del cajón, puedo seguir viviendo, soy capaz de soportar esta pesadilla.





y es cierto... los recuerdos nos hacen y nos mantienen, seguramente somos poco mas que la suma de cosas que podemos recordar... los recuerdos importantes mezclados con los insignificantes... evitan que comentamos errores, o que nos sorprendamos cuando las cosas no salen del todo bien... nos recuerdan nuestros mejores momentos, que la felicidad es posible por pequeña que sea y que las penas acaban terminando... nos recuerdan cosas que no querríamos saber de nosotros mismos, pero incluso esos recuerdos nos ayudan a cambiar, o al menos a intentarlo... menos mal que tenemos ese cajón de recuerdos...



el final del libro es como el final de esas noches en blanco en las que las pesadillas y los ruidos nos rodean y esperamos el alba sabiendo que con la luz todo desaparecerá... lo sé porque curiosamente hoy he tenido una de esas noches... noche de migraña mezclada con pesadillas horribles y con el ruido del viento que se colaba por las puertas mal cerradas y llenaba de extraños ruidos y crujidos mi casa vacía...





la noche se ha acabado por fin. aún falta mucho tiempo para que nos visiten de nuevo las tinieblas.

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