(sin título)

mi primer benedetti no fue el poeta... ni si quiera el novelista... yo al primero que conocí fue al benedetti cuentista... y admito que me fascinaron sus cuentos...


el cesped... un librito de unas noventa y cinco páginas, ocho cuentos, que vendían a precio de saldo en una de esas librerías en las que me gustaba rebuscar entre montones...


le tomó las manos con sus manos, esas conocidas de siempre. ya pensaremos después sobre el futuro, dijo ella.


después la sirena viuda... mas cuentos... mas anécdotas sencillas de la vida cotidiana que en las letras de benedetti dejan de serlo... sin perder esa sencillez... esa nitidez que tiene su voz...


el cuento es un género lleno de trampas, tentaciones y desafíos, pero reconozco que es también uno de los más gratificantes, tanto para el creador como para el lector.


con quien de nosotros conocí a miguel, alicia y a lucas... desde entonces pienso en escribir una novela a tres voces... como ésta... un triángulo amoroso que te enseña los tres lados... un final de esos abiertos que me fascinan como proyecto de escritora...


quién de nosotros juzga a quién?


su buzón de tiempo (el mejor remedio para los incurables de soledad) fue un regalo de alguien que al leer esa frase pensó en mi... un libro de encuentros... con muchas marquitas de esas que te recuerdan donde están exactamente las letras que te llegaron al alma... señales de humo, papelitos amarillentos doblados en cuatro guardados durante años en la cartera, alegrías que nadie va a exigir, una máquina de escribir underwood...


dejo mi brújula con la advertencia de que norte es el sur y viceversa; dejo mi calle y su empedrado, dejo mi esquina y sus sorpresas; dejo mi puerta con sus cuatro llaves...


aprovecho para confesar que mi prórroga no es mas que mi manera de copiarle el título de la tregua a él... lo leí mientras escribía mi novela... ese diario personal... mientras yo escribía mi diario personal a mi manera... la tregua... que se me quedó en el corazón...


desde mañana hasta el día de mi muerte, el tiempo estará a mis ordenes. déspues de tanta espera, esto es el ocio. qué haré con él?


la borra del café... esa manera de contar las cosas... que empieza con una cita de cortazar: "a dónde van las nieblas, la borra del café, los almanaques de otro tiempo?" y creo que benedetti intentaba contestar esa pregunta...


todavía le quedaba una duda: en qué momento habría empezado a soñar? y también una certeza: de ahora en adelante, nadie iba a hallar vestigios de rita en la borra del café.


el porvenir de mi pasado... creo que cuando lo compré, aunque no hubiera ya amado a benedetti solo el título me hubiera hecho comprarlo... con cuentos y poemas...


eso fui, una suerte de botella echada al mar. botella sin mensaje. menos nada. nada menos. o tal vez una primavera que avanzaba a destiempo. o un suplicante desde el más acá. ateo de aburridos sermones y supuestos martirios.

eso fui y muchas cosas mas.


su primavera con una esquina rota... como esta primavera... que se me ha roto un poco hoy...


cerrar los ojos y al abrirlos encontrarla. a cúal de ellas? una es un rostro. otra es un vientre. otra más una mirada. cúantas más? en el amor no hay posturas ridículas ni cursis ni obscenas.


y lo último que compré... uno de sus libros de poemas, el amor, las mujeres y la vida (sus poemas de amor)... que tiene su táctica y estrategia... porque quería tenerla... y esta tarde después de pasar los ratos libres de este lunes extraño reyelendo antiguos libros, me lo he leido del tirón... sin parar a respirar... bebiendome otra vez los versos de benedetti, esos que ya son tan familiares que te suenan a canción escuchada mil veces...


mi estrategia es / que un día cualquiera / no sé cómo ni sé / con qué pretexto / por fin me necesites.


sabes que? que lo ha conseguido... al menos yo lo necesito... hoy puede que un poquito mas...




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