yo sigo con los recuerdos

(para violette)



prometo que posteo la cita de zweig y dejo el tema de los recuerdos... ha sido un cúmulo de casualidades que me han hecho encontrar demasiadas citas seguidas sobre lo mismo lo que me ha hecho darle tantas vueltas...




al día siguiente, pasearía en coche por la corniche; siguiendo la misma ruta, a
fin de resucitar en mi el recuerdo de cada gesto, de cada palabra...; sí, tan
insensato y tan infantil era mi transtorno interior. no olvide, sin embargo, con
qué fulminante rapidez se habían precipitado sobre mi aquellos
acontecimientos...; yo no había sentido apenas nada más que un rudo golpe.
luego, despertada bruscamente de aquella tumultuosa sucesión de episodios,
deseaba, por lo mismo que fueron tan fugaces, revivirlos, gozarlos de nuevo
minuciosamente, apelando a ese autoengaño que llamamos recuerdo. en fin, éstas
son cosas que se comprenden o no se comprenden.

la cita es de veinticuatro horas en la vida de una mujer de zweig... un libro precioso... cortito, que narra en primera persona esas veinticuatro horas en la vida de esa mujer, que después de muchos años decide contarle a un desconocido su historia, aquellas veinticuatro horas, al intuir que él no la juzgara...



los recuerdos... nunca has pensado que hay cosas que recordamos incluso mejores de lo que fueron? que hay recuerdos que guardamos de alguien que probablemente ese alguien ha olvidado? que a veces el hecho de recordar es incluso mejor que el hecho en si que recordamos? yo lo he pensado a veces... que cosas que en su momento no tuvieron tanta importancia, que en principio nos pasaron desapercibidas, con los años, nuestros recuerdos las pueden agrandar hasta volver inmesas...



es como esas historias que cuando pasaron no tuvieron gracia, incluso fueron malas horas, y que con el tiempo y la distancia contamos riendo... esos mismos filtros que usamos para quitar importancia a las cosas y contar grandes dramas entre risas, seguramente son los mismos que usamos a la inversa, los que dotan de importancia sucesos que en su momento no la tuvieron... solo al convertirse en recuerdos.



la protagonista, que durante el día que nos cuenta casi no piensa... que solo se deja arrastrar, no puede evitar planear recordarlo todo mas tranquilamente al día siguiente... los momentos fugaces quiere revivirlos, gozarlos de nuevo pero esta vez minuciosamente... y eso no es hacer trampa? aunque sea apelando a ese autoengaño que llamamos recuerdo?



nunca lo había pensado antes de leerlo, pero probablemente autoengaño sea una de las mejores palabras para definir lo que hacemos cuando recordamos... en fin, éstas son cosas que se comprenden o no se comprenden... poco mas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario