- el otro día me dijo usted, en el schlanenberg, que estaba dispuesto, a una
palabra mía, a arrojarse de cabeza, y nos hallábamos a más de mil pies de
altura. algún día diré esa palabra, únicamente para ver si cumple, y tenga la
seguridad de que no me arredraré.
se lo dice paulina al narrador de el jugador... un librito genial, que te engancha como solo dostoyevski es capaz de engancharte... un amor basado en la humillación y en la abnegación, una obsesión por el juego, una herencia que no llega y una serie de personajes de los mas variado...
sobre la novela, qué te voy a decir que no sepas? que dostoyevski es un genio creando personajes atormentados y complejos no es ningún secreto; y que consigue que te sumerjas en los ambientes asfixiantes que crea sin darte cuenta, eso tampoco es un secreto...
me gusta la relación que consigue establecer... porque esa confesión que hace paulina de que algún día dirá esa palabra únicamente para ver si él está dispuesto de verdad a mantenerla me parece que habla mucho del amor... de las promesas que se pueden hacer sin pensar, o estando convencidos en el momento en que las hacemos, y que puede que con el tiempo... llegado ese momento de la verdad tengamos que romper...
porque no dudo de que en el momento en que se hizo la promesa él estuviese convencido de saltar, dudo de que hubiese saltado de habérselo pedido ella... porque en cada promesa que hacemos esperamos una promesa de vuelta, y estoy convencida de que el narrador al prometerle a paulina saltar, esperaba de ella que no emplease ese poder sobre su vida, como promesa de amor no dicha...
en fin, no me hagas mucho caso... creo que estoy divagando...
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