loqueyotecontara

entró en mi despacho con aire de femme fatale... con unos tacones altísimos e inundándolo todo con su perfume de violetas... desde que había abierto mi despacho de detective privado hacía una semana no había entrado nadie mas que mi secretaría para decirme que no había llamado nadie antes de irse... pensé que se habría equivocado, aunque parecía recién salida de una película en blanco y negro, con aquellas pestañas negras y larguísimas y los tacones, pensé como se sentiría marlowe al verla entrar... seguro que le seduciría, por suerte yo era una chica, hecho que no pareció sorprenderla.
- la detective lantier?- preguntó sentándose delante de mi y cruzando las piernas.
- eso pone en la puerta.- dije imitando a bogart.
- soy la señorita le fleur, quería contratar sus servicios.
- en que puedo ayudarla?
- miré, yo regento un club de jazz, el rincón de violette, un lugar muy selecto, y hace días que no veo a uno de los clientes habituales, he estado buscando por el barrio, pero nadie le ha visto, es como si se hubiese esfumado, y estamos preocupadas... queríamos contratar sus servicios, para ver si usted nos puede ayudar a encontrarle.
- tiene alguna foto, algún dato por el que pueda empezar?
- se llama loqueyotecontara, normalmente lo podíamos encontrar en mi club de jazz, en una cantina mariachi que hay al final de la calle, en el bar de la esquina, ese que se llama la esquina de mi alma, y en la clínica de sueños de la señorita gema. hemos hecho unos carteles con su foto con los que hemos llenado el bario, pero nadie sabe nada y empezamos a preocuparnos, sabe, siempre nos estaba contando historias preciosas, y acudía en cuanto abríamos una botella de tequila pero hace semanas que no aparece, entiende nuestra preocupación?
claro que entendía su preocupación, había oido hablar de él hacía meses, un genial escritor que regalaba sus textos en ese barrio, conocía los lugares que frecuentaba, así que saldría a tomarme un café y a preguntar en esos maravillosos lugares si alguien sabía algo de él... quizás reconstruyendo sus últimos pasos lograse encontrarlo.
- no se preocupe, señorita le fleur, haré un par de pregutas y en cuanto sepa algo la avisaré.
***
salí del despacho pensando en la facilidad con la que desaparece la gente... te acostumbras a ellos y sin aviso se van y te dejan sin saber donde encontrarlos. fui a la clínica del sueño de la doctora gema, que dicen por ahí que además de hacerte dormir bien, hace que sueñes cosas maravillosas, pero había un cartel que indicaba que había tenido que salir y que no volvería en unos días. así que me dirigí a la cantina mariachi, sabía que no eran horas, pero no me vendría mal un chupito de tequila, tequila que decían por el barrio que importaba desde méxico.
la cantina estaba vacia pero detrás de la barra, la dueña, patri, me sonreía como si me conociera de toda la vida. una granadina preciosa, de sonrisa sincera, que sin decirle nada sacó una botella de tequila de debajo de la barra y sirvió un par de chupitos invitàndome a que me sentara...
(continuará en la cantina mariachi... vease blog de patri...)

No hay comentarios:

Publicar un comentario