quiero que nos abramos paso a traves de nuestro destino y que flotemos sobre lasel mañana siempre se nos escapa... es la frase que mas recuerdo de la novela lo bello y lo triste de kawabata. esa frase y el principio, con el protagonista recordando su pasado al ritmo de las vueltas que da una silla en silencio con el movimiento del tren.
aguas. el mañana siempre se nos escapa. vayamos hoy.
una novela bella y triste como indica el título, bella en sus letras, en sus cadencias, en esa manera de contarnos la historia y de hacer que intuyamos lo que no nos cuenta, en esos ritmos tan particulares de la literatura japonesa; triste en las historias, de amores desdichados, de amores frustrados... de melancolía por lo efímera que resulta la belleza.
en la novela el protagonista quiere escuchar las campanadas de fin de año en kioto, si no recuerdo mal, pero no tanto por el lugar ni por las campanas (que también tienen su importancia) sino para volver a ver a una mujer de su pasado, a una mujer a la que no solo abandonó, sino que contó ese abandono en una novela que se reedita año tras año... dando de comer con el dolor de la amante a su familia legítima. y aquí se cruza la necesidad de ser redimido de él, con la necesidad de venganza de ella...
eso y una joven de una belleza inquietante, que no llegas a entender... los amores se cruzan con conversaciones sobre pintura y literatura... afectos, rencores, reproches y atracciones que no se pueden controlar, para que la novela nos regale lo que promete, algo muy bello y a la vez muy triste...
el mañana siempre se nos escapa... solo podemos aspirar a vivir el hoy, y poco mas...
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