cuan gritan esos malditos, pero mal rayo me parta si en concluyendo esta carta no pagan caros sus gritos...
no sé porque memoricé hace mas de diez años estos versos del don juan tenorio, ya sabes, esa obra de teatro que habla de un hombre que seduce a las mujeres...
siempre me ha gustado esa frase, sabes cuando estás inspirada, te da por escribir y el griterío no te deja concentrarte? esa frase sale sola.
pero nunca pagan caros sus gritos... que le vas a hacer? solo puedes intentar aislarte del mundo como haces siempre, como has aprendido a hacer desde pequeña para que sus gritos no te afecten, para poder desconectar y no escuchar los problemas sexuales de la de la mesa de al lado, o las mentiras que cuenta el de la mesa de atras... nunca te ha pasado que escuchando una conversación ajena, sabes que quien habla miente? no es algo concreto, pero hay veces que sin querer escuchas la conversación de la mesa de al lado y sabes que quien habla no está contando nada verdadero...
lo que me lleva a cuando las mentiras te las cuentan a ti... que hacer si quien nos está contando una historia miente descaramente? cuando sabes que solo son mentiras, medias verdades o absurdidades dichas para rellenar silencios... porque no vas a cortar la conversación para decir muy sería: pero que me estás contando. porque hay veces que lo sabes por que no te miran a los ojos, o porque dan mas detalles de los necesarios, o simplemente porque las cosas no te cuadran. vale que todo el mundo miente, unos mas, otros menos, otros solo cuando es necesario y algunos por sistema porque no lo pueden evitar... como el tenorio, pero el problema es que a fuerza de escuchar mentiras llega un punto en el que no te puedes creer las verdades, ni cuando crees que podrían ser ciertas...
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