medir el mundo

sabes cuando aun creíamos que eramos intelectuales? cuando nos creíamos esa palabra y no nos daba la risa? cuando nos gustaba beber botella tras botella de vino sentados en el salón en invierno, hablando de literatura?
hacía tiempo que no pensaba en aquellos tiempos, en aquellas conversaciones que hoy carecen de sentido, quizás porque entonces creíamos que eramos ya mayores y ahora sabemos que lo somos, quizás porque entonces aun no había niños ni hipotecas y nuestras teorias sobre el arte y la literatura aun parecían lo mas importante en esta vida.
recuerdo una conversación muy seria, discutiendo sobre que dividía realmente el mundo. dentro de todas las divisiones que en el mundo caben, alguien dijo que el mundo se podía dividir entre los que habían leído la recherche de proust y los que no... ya sabes, que si alguien entiende lo que significa mojar las magdalenas en el té está a un lado y si no lo entiende, está en el otro. pero alguien dijo que no, que lo que realmente dividía el mundo era quien se había leído el ulises de joyce y quien no, alguien dijo que realmente era algo mas complejo porque medir el mundo según el ulises incluía tres categorías, los que lo han leído, los que no y los que lo empezaron y no pasaron de la página veinte... aquella conversación se alargó hasta las cinco de la madrugada...
parecía todo tan fácil cuando podíamos pasar noches enteras así, creyendo que de verdad dos libros podían darnos una visión completa del mundo...

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