efímero

el otro día, un comentario de vio, me recordó un poema de yeats que hacía tiempo que no leía. de lo efimero del amor, de lo poco que dura, y de que cada vez parece que dure menos.
será que cada vez tenemos menos aguante, o que hombres y mujeres estamos condenados a no entendernos jamás... no lo sé, pero el amor que se acaba es una realidad, lo raro y maravilloso son las parejas que llevan juntas muchos años y que siguen enamoradas.
el amor es algo efímero, como tituló su poema yeats.
busqué el pequeño libro de poemas de yeats, 30 poemas, para ser exactos. es una edición pequeñita, de bolsillo, aquellos libros que la editorial mondadori sacó hace ya unos años... mitos de la poesía por 350 pesetas, alguien los recuerda? tengo un montón de esos libros pequeñitos en la estantería de mi habitación, poesía para todos, era lo que sentiamos al leerlos.
en cada uno de esos libritos tengo un par de poemas marcados, los que mas me gustaron, los que me llegaron al alma, los que quería recordar, cuando aún aprendíamos poemas de memoria o los apuntabamos en nuestras agendas.
aquí os dejo mi favorito de yeats, sobre lo efímero que es el amor, sobre lo triste que es admitir que se ha terminado... espero que os guste.


efímero.
"tus ojos que antaño nunca se cansaron de los mios,
se inclinan
con pesar bajo tus párpados oscilantes,
porque nuestro amor declina."
y
responde ella:
"aunque nuestro amor se desvanezca,
permanezcamos
junto
al borde solitario del lago una vez más,
juntos en esta amable hora
cuando
la pasión, obre criatura cansada, cae
dormida.
¡qué lejos parecen las
estrellas, y qué lejos
nuestro primer beso, y ah, que viejo mi
corazón".
pensativos pasean junto a las marchitas hojas,
mientras él
lentamente, con su mano sosteniendo la
de ella, replica:
"la pasión ha
consumido con frecuencia nuestros
errantes corazones".
los bosques los
rodean, y las amarillentas hojas
caían en la penumbra como desvaídos
meteoros, y
entonces
un conejo viejo y cojo renqueó camino abajo;
sobre
él, el otoño: y ahora se detienen
a la orilla del solitario lago una vez
mas:
volvíendose. vio que ella había arrojado las
hojas
muertas,
húmedas como sus ojos y en silencio recogidas
sobre su
pecho y su pelo.
"ah, no te lamentes", dijo él,
"que estamos cansados,
pues otros amores nos
esperan;
odiemos y amemos a través del tiempo
imperturbable,
frente a nosotros yace la eternidad; nuestras almas
son
amor, y un continuo adiós."


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