Hacía mucho tiempo que no me sentía así, rara quiero decir. Nunca he sido muy rara, pero si algo diferente, o al menos así me he sentido. Con el tiempo y los años he aprendido a aceptarme tal cual soy de la misma manera que intento aceptar al resto, con sus filias, sus fobias y sus manías.
Con casi treinta años tenía totalmente olvidada esa sensación de estar desubicada, de ser un poquito rara, y la otra noche cenando tranquilamente en un restaurante, celebrando un cumpleaños... me volví a sentir así.
Hablabamos de literatura, literatura contemporanea, de la que todo sea dicho, no ando muy enterada, así que hablamos de libros de los que en su mayoría yo no había oído hablar cuando no sé muy bien como salió que leía yo en el avión en el viaje a China (el viaje en el que le saqué las fotos a la pequeña fallerita)
- ¿Qué leías tú en el avión?
La pregunta es de lo mas inofensiva, pero no sé porque, me incomodó, y a mi respuesta "Shakespeare" la acompañó un coro de risas. Risas que para nada eran malintencionadas pero que me hicieron sentir desubicada una vez mas.
Me sentí rara, como cuando en septimo de EGB me sabía de memoria rimas de Becquer y versos de Neruda, o cuando corregí a un profesor en BUP que hablaba sobre Edipo de Sofocles.
Pues si, leo Shakespeare en el avión, y puestos a ser sinceros diré que no he leido el Código da Vinci, ni pienso leerlo! Ya lo he dicho.
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