sobre el reverso del music-hall

y es miércoles y te escribo desde la caja (again), porque ya he abierto el correo electrónico y no podré hacer nada más hasta que llegue a mi mesa en el despacho (o hasta que consiga que el informático me instale aquí la contabilidad nueva, cosa que no descarto, ya que paso aquí tanto tiempo, que así al menos podré ir adelantando algo...)

así que como no puedo hacer nada (pese a tener todas (toditas, todas) las facturas del mes de marzo encima de mi mesa esperando que las siente), abro el editor de lda y tiro del hilo de mis lecturas una mañana mas...

y tirando del hilo de mis lecturas me encuentro con que después de la puertade magda szabó, me leí el reverso del music-hall de colette... 

el reverso del music-hall que no es una novela ni tampoco un libro de relatos, sino una curiosa mezcla entre ambos... y es que colette nos irá mostrando ese reverso del music-hall que ella tan bien conoció, como a retazos, mostrándonos distintos personajes y situaciones, siempre con esa voz tan suya que hace que sea, siempre, un placer leerla...

y hoy no te voy a copiar el principio, sino un pedacito de este libro en el que colette se describe a sí misma tras verse, de refilón, en el escaparate de un relojero...




y yo misma, ay! he pasado tan poco aprisa frente al escaparate del relojero, que el espejo me ha mostrado mis secos cabellos opacos, las dos sombras tristonas debajo de los ojos, la boca seca de sed, el cuerpo flojo bajo el traje de chaqueta castaño cuyos ajados faldones se levantan y caen... tengo todo el aspecto de un abejorro desanimado, azotado por la lluvia de una noche estival. parezco un pájaro desplumado. parezco una institutriz en desgracia. parezco, dios mío! parezco una cómica de la legua, y ya es decir más que suficiente.

colette (el reverso del music-hall)



una maravilla... claro que, cuándo no lo es leer a colette?...

corto y cierro... 

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