sobre hospitales y dolores...

mi amor ha muerto, y ahora puedo admitir que estos tecleos que hace tiempo fueron pensamientos en voz alta, hace mucho que se convirtieron en cartas de amor... que ese tú era él... que le contaba entre semana lo que iba leyendo, porque este blog (éste no, sino el original en aquellas playas hoy desaparecidas) fue el lugar donde nos conocimos, y hay cosas a las que es difícil renunciar, y estos tecleos en horario laboral siempre fueron una manera de respirar...

una manera de respirar, que hoy se complica, porque me duele el pecho y me cuesta respirar más de lo normal... porque la ausencia lo ocupa todo y el vacío me ha llenado los ojos...

un mes hemos estado en el hospital... un mes tan doloroso y tan precioso que no sé si alguna vez seré capaz de ponerlo en palabras... 

un tiempo fuera del tiempo que empezó ese fin de semana en el que él se fue a urgencias y se quedó ingresado y yo estuve cogiendo y dejando libros hasta que llegué a las "mujeres singulares" de george gissing que me tuvo entretenida unos días...

a mi primera noche de hospital me llevé "anoche cuando dormía", una pequeña antología de antonio machado que llevaba meses en el bolso y que me terminé de leer mientras él dormía, con la luz del pasillo cuando aún estábamos en la cuarta planta y las puertas tenían esas ventanitas por las que entraba la luz durante la noche...

esa primera noche también leí algunas de las cartas de virginia woolf, porque cuando no puedes llevarte a tu hermana en el bolso, te llevas el último regalo que te ha hecho... para reconfortarte de un modo absurdo, pero que funciona...

y esos días me llegó por correo: "polvo" de pita amor, el libro que la torremozas me envío el mes pasado, que me leí en casa...

y retomé los episodios nacionales y me leí en el hospital "amadeo I" de benito pérez galdós, y fui contándole lo que pasaba con ese rey extraño que tan poquito nos duró... que por cierto fue uno de los libros de ese pedido que pasé a mi librería favorita, esa que está en la esquina de parís con valencia, y que como no podía ir a recogerlo, mis amigas de la librería, que son encantadoras, me trajeron a la tienda...

me leí también "noche fiel y virtuosa" de louise glück, uno de esos días en los que dormía allí, y era más complicado dormir...

y un domingo por la mañana me releí "hedda gabler" de ibsen, acabando así el tomo de teatro de la editorial nórdica...

en el hospital me leí "el saludo de las brujas" de emilia pardo bazán, que era parte de ese pedido que me trajeron a la tienda, y que él me dijo que se leería cuando estuviera mejor... porque había descubierto hacía poco a la pardo bazán, y a mí el libro me gustó mucho...

también me leí "las gratitudes" de delphine de vigan, y me tuvo muy entretenida... 

como muy entretenida me tuvieron las "memorias de una ex reina del baile" de alix kates shulman, libro que pedí una noche desde el hospital porque leyendo no recuerdo qué, descubrí que acababa de salir traducido al castellano...

me leí "amor libre" de ali smith, y él me dijo que no me comprase aún el de primavera (lo acabo de encargar) porque me lo regalaría él, como ya me regaló su otoño y su invierno...

y me leí "ya es el tiempo de la inmensa espera" de karin boye, en el que encontré tantos poemas que ponían mis sentimientos en palabras que sólo puedo agradecer que ese libro apareciera en mi vida justo en ese momento...

me leí también "fresas silvestres" de angela thirkell, y su ligereza me vino muy bien, sobre todo porque combiné su lectura con "un amor" de sara mesa, un préstamo que me leí en el ebook de mi amor, porque en la sexta planta ya no había ventanita en la ventana y con la luz del baño que dejábamos encendida yo no podía leer, pero su ebook tenía luz, y él llevaba tiempo empeñado en que me leyera sus libros en su ebook... 

y antes de anoche, cuando me acabé el libro de sara mesa, me dijo que eligiera otro de entre los libros de su biblioteca virtual... así que me leí "réquiem por un campesino español" de ramón j. sender... porque la verdad es que la última noche en el hospital velé más que otra cosa...

y ahora me estoy leyendo los "poemas de convivencia" de percy y mary shelley... pero no sé qué pasará cuando lo acabe... porque este libro estuvo en el hospital conmigo la última noche... lo estuve leyendo ya por la mañana cuando la luz entraba en la habitación por la ventana y le prometí que volvería en un rato y cuando volví él ya se había dormido y no sé si llegó a saber que volví a estar allí con él...

no sé qué pasará porque por primera vez en once años él no sabrá qué libro me estaré leyendo, y eso es raro... claro que ahora mismo todo es tan doloroso y tan raro que quizás lo mejor será dejar de teclear y no preocuparme por mi próxima lectura (aunque todas y cada una de las lecturas que he detallado en este post han conseguido mantenerme y sostenerme durante este mes tan corto y a la vez tan largo, y tan precioso y tan doloroso y tan extraño)



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