y después del libro de soledad acosta de samper, como era once de febrero, me releí (otra vez) el "ariel" de sylvia plath... porque la luna sí tiene de qué entriscerse... y porque yo, aquí dónde me ves, soy muy tradicional, y hay cosas que no puedo evitar...
y después de releerme el "ariel", me leí "medallones" de zofia nałkowska, publicado por la editorial minúscula...
quizá la dedicatoria/aviso me tendría que haber advertido de lo que estaba a punto de leer, pues dice:
"Fueron hombres quienes a otros hombres
depararon semejante destino"
y es que "medallones" es un libro de relatos basados en el sumario instruido por la comisión de investigación de los crímenes hitlerianos, de la que la autora formó parte... publicado en 1946, nos cuenta la visita de la comisión a uno de los campos, y el testimonio de uno de los estudiantes que trabajaban haciendo jabón con grasa humana; y el testimonio de la mujer que no sabe dónde están sus hijos y que lamenta no recordar los nombres de las mujeres que murieron junto a ella en un vagón que las llevaba de un campo a otro; o el de la mujer del cementerio que escuchaba los horrores que sucedían cada noche al otro lado del muro del gueto; o la historia de una mujer joven, herida junto a la vía del tren a la que nadie ayudó por miedo y el acto de no sabemos exactamente qué, del desconocido que le llevó vodka y cigarrillos; o la historia de dwojra zielona que quería vivir pese a todo solo para contarlo todo; o la de la prisionera que habla de lo que les hacían a las otras, como si ella no hubiera estado en el campo encerrada; o la del hombre que al tener que enterrar a su mujer y a sus hijos, suplicó que lo mataran, pero como era grande y fuerte, solo le dieron una paliza para que siguiera trabajando enterrando a los muertos que llevaban al bosque en camiones; o los niños, que permanecían encerrados sabiendo lo que les iba a pasar, esperando que fueran suficientes para llenar la cámara de gas...
por suerte el libro es cortito, porque anoche mientras leía se me iba atando (literalmente) un nudo en la garganta que no me dejaba tragar y que me dolía cada vez más... lloré... pero el nudo no se desataba... terminé el libro entre conmocionada y enfadada... porque mira que he leído sobre el tema, y me sigue sorprendiendo la barbarie, la crueldad y el sinsentido de los campos... terminé el libro, lloré, pero el nudo permaneció durante horas, de hecho mientras te escribo, noto que me vuelve a costar tragar, y que el nudo empieza a atárseme en la garganta de nuevo...
imagínate como estaba que después de unos cinco o diez minutos llorando, me fui a la cocina a fumar, para ver si me tranquilizaba, y mientras fumaba no paraba de repetir "joder, joder, joder" en voz alta como si fuera un mantra...
doloroso, pero necesario... pero joder, joder, joder... no paro de repetirme mentalmente "fueron hombres quienes a otros hombres depararon semejante destino" y eso, quieras que no, pese a todo lo que ya sabemos, cuesta asumirlo...
Acabo de ver tu comentario a Louise Glück y no he podido responderte porque no he encontrado la manera de publicarlo, no he sabido hacerlo. Me ha alegrado muchísimo leerlo y esta tarde entraré en tu blog y te comentaré. Me acuerdo mucho de ti y de los tiempos ,ya heroicos, del Libro de
ResponderEliminarArena,espero y deseo que estés muy bien, un abrazo
Aquí estoy otra vez, echando una leída a los post que has escrito de Louise Glück y recordando tu primer libro y pensando que puede que hayas escrito más libros y si es así me gustaría saberlo.Es estupendo lo que has escrito de Glück y esa mezcla mitad diario reflexión que empleas. Me ha encantado saber otra vez de ti, ya sabes donde estoy para lo que quiereas, un abrazo fuerte
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