sobre edipo rey...

martes y te escribo desde el despacho...  con la caja por hacer, y el correo abierto, impreso y entregado... y me duele la cabeza, y un brazo (lo del brazo es nuevo, lo sé, pero me duele mucho, y no sé de qué) y además el otoño no me está sentando del todo bien...

pero es martes así que aquí estoy, con el editor abierto y rebuscándome las palabras para contarte que al terminar las poesías completas de la orozco, me dió a mí el puntazo de que quería releerme edipo rey (uno de esos momentos en los que lo que una chica como yo necesita es una buena tragedia griega), el problema? que no recordaba donde lo había puesto exactamente... y encontré las tragedias de eurípides y de ésquilo, pero a mí me apetecía sófocles (parece una tontería absurda, lo sé, pero hay matices), y sófocles no aparecía...

y busqué en las estanterías nuevas del salón, en las del pasillo, en la del recibidor, e incluso me fui a mi antigua habitación en casa de mis padres que es donde se quedó casi entera, la colección que mi madre me fue regalando poco a poco de clásicos de gredos, aunque de sobra sabía que sófocles no iba a estar allí, porque sus tragedias fue uno de los primeros libros que me llevé conmigo cuando empecé a tener estanterías donde poner mis libros... 

así que me rendí, e intenté leerme otros libros (ya he terminado todos los libros que empecé a leerme aquel día, porque ya sabes que yo soy muy mía, y una vez he empezado un libro, me lo tengo que acabar, aunque sea días después de haberlo empezado) pero después del primer párrafo, abandonaba el libro que fuera y volvía a mi busqueda de sófocles... así es que rebusqué en las estanterías nuevas del salón, en las del pasillo, en la del recibidor, incluso miré en el armario por si lo había metido allí por error... y cuando ya estaba casi resignada a abandonar mi búsqueda, recordé que hace tiempo (puede que año y medio) me releí antígona, y que al terminarlo dejé el libro en el montón que había al ladito del sofá, con el firme propósito de ir releyéndome las otras tres tragedias que contenía... y ahora el montón que había al ladito del sofá está en un montón encima de las estanterías nuevas del salón... así que revisé los montones y encontré (por fin!) mi edipo rey de sófocles...

y lo que no recordaba de mi edipo rey de sófocles, es que estaba subrayado... por mí! lo que me hizo enfadarme con mi yo de diecisiete años (o con mi yo de veintiún años, no sé exactamente cuando me dió por subrayarlo, si cuando lo leí por primera vez, en cou; o cuando lo releí para aquel trabajo de la facultad sobre la violencia en las tragedias griegas), pero superado ese momento traumático (no recordaba haber lesionado ninguno de mis libros y estaba ante la prueba feaciente de que lo había hecho de jovencita y luego lo había borrado oportunamente de mi mente), la verdad es que fue un verdadero placer releer edipo rey...

y es que edipo fue mi primer sófocles, mi primera tragedia griega, y creo que no miento si te digo que fue, el primer clásico griego que tuve el placer de tener en mis manos... 

sobre la historia?... que puedo contar sobre edipo que no sepa cualquiera... que me encanta y me duele... que creo que su genialidad reside en el hecho de que la(s) profecía(s) se cumple(n), precisamente por el hecho de intentar evitarla(s)... porque si edipo huye de su casa y de sus tierras para intentar escapar de su destino, y por eso lo encuentra; es de suponer, que si no hubiese existido la primera intervención, edipo habría hecho lo mismo, evitando así la tragedia y todas sus consecuencias...

y antes de cortar y cerrar, no me resisto a copiarte un trocito, en el que el corifeo, resume al final, esta maravillosa tragedia... 



corifeo - oh habitantes de mi patria, tebas, mirad: he aquí a edipo, el que solucionó los famosos enigmas y fue hombre poderosísimo; aquel al que los ciudadanos miraban con envidia por su destino! en qué cúmulo de terribles desgracias ha venido a parar! de modo que ningún mortal puede considerar a nadie feliz con la mira puesta en el último día, hasta que llegue al término de su vida sin haber sufrido nada doloroso. 

sófocles (edipo rey)


y ya tengo el libro en un lugar fácilmente localizable... porque después de edipo rey, no creo que tarde mucho en releerme edipo en colono... y es que como diría mi queridísima virginia woolf en el lector común: "es hacia los griegos adonde nos volvemos cuando estamos hartos de la vaguedad, de la confusión, del cristianismo y sus consuelos, de nuestra propia época."

corto y cierro...

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