lunes y te escribo desde el despacho... con una migraña que no me
merezco (culpa de este tiempo inestable en el que una ya no sabe ni qué
ponerse por las mañanas) a la que llevo intentando matar desde ayer por
la mañana, pero que creo que me ha cogido cariño, o que se ha vuelto
inmune al enantyum. porque ya me los tomo de dos en dos, y como si
fueran caramelos... la migraña sigue aquí, y yo no me centro...
lunes con la caja por hacer, el correo abierto y entregado, una factura
para hacer una transferencia encima de mi mesa, y los talones que dejé
hechos el sábado esperando ser firmados...
lunes y pese a esta mala migraña intentaré contarte que anoche estuve
viendo mujeres, esa peli de cukor en la que como su nombre indica, sólo
salen mujeres... y muchas...
esa en la que norma shearer es mary haines, casada y madre de una niña, y
que cree que tiene un matrimonio perfecto hasta que su amiga sylvia
(rosalind rusell) va hacerse la manicura y se entera de un cotilleo
sobre el marido de mary y una tal crystal allen (mala, malísima joan
crawford) que vende perfumes y de paso seduce a los hombres casados... y
entonces sylvia, que tampoco es que sea precisamente buena, va mandando
a todas sus amigas a que se hagan la manicura, y el cotilleo se va
extendiendo, hasta que sylvia manda a la propia mary, y la manicura se
lo cuenta todo sin saber que está hablando con la pobre esposa
engañada...
y entonces la madre de mary (lucile watson) le da el único consejo que
podían dar las madres en aquellos años: que apriete los dientes y finja
no haberse enterado... y aunque la pobre mary al principio cree que no
puede, se van juntas de viaje y mary vuelve más tranquila, hasta que en
un pase de modas la cosa se lía...
y me encanta el viaje a renno, con la pobre peggy (joan fontaine) que se
sube al tren en el último momento, y esa casa de mujeres en trámites de
divorcio, en la que mary y peggy comparten sus días con miriam aarons
(graciosísima paulette goddard) y con la condesa (mary boland) que como
ya lleva varios divorcios les da consejos a todas...
y no te cuento nada más... aunque añadiré que el final me dejó algo
confusa... porque si bien es cierto que al final aplaudí (sí... lo
hice... no puedo negarlo) y que sonreía como una tonta viendo sonreir a
norma shearer avanzando hasta la cámara... la verdad es que eso de que
una mujer enamorada no se puede permitir tener orgullo (frase que se
repite varias veces a lo largo de la película) no lo acabo de tener
claro... cierto es que la peli se filmó a finales de los años treinta
(no hay que perder ciertas cosas de vista cuando una lee un libro o ve
una película), pero la chica de finales del siglo veinte y principios
del veintiuno que vive en mí, no pudo evitar reñir a esa otra yo que
sonreía... aunque admito que no sé si en realidad sonreía por como acaba
mary o por como acaba el personaje de joan crawford...
que me encantó... claro...
además el guión es de anita loos y jane murfin... lo que quieras que no, es un plus...
y ahora corto y cierro...

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