viernes (que aunque es clavadito a un lunes, no lo es en realidad) y te
escribo desde el despacho... con la caja por hacer, la facturación
encima de mi mesa, el correo abierto y esperando en la impresora que me
decida a organizarlo, los talones firmados esperando ser metidos en
sobres, un par de albaranes en la cubeta esperando que me los traiga a
mi mesa, y unos pagos que se hicieron el miércoles y que debería
sentar... así que como te podrás imaginar hoy no voy a tener tiempo de
aburrirme por aquí... sólo me falta decidir por donde empezar, y luego,
poco a poco, ir haciendo lo que el horario laboral me permita, y lo que
no, para mañana, que como dice la sabiduría popular no hay que dejar
para mañana lo que se pueda hacer hoy, de lo que yo deduzco que lo que
no puedas hacer hoy, lo mejor será dejarlo para mañana, no?...
es viernes y yo hoy venía a hablarte de los siete cuentos góticos de isak dinesen (la baronesa karen blixen), libro que nombraba alice munro en uno de los relatos de la vista desde castle rock,
y que como llevaba tiempo queriendo leer, tomé el relato de la munro
como una señal, y busqué este libro descatalogado hasta encontrarlo de
saldo en una librería virtual de segunda mano...
siete cuentos góticos que
como es normal en la dinesen son en realidad mas de siete, porque ya
sabes eso que dicen de que usa la técnica de las cajas chinas, y suele
meter un cuento dentro de un cuento y muy probablemente otro cuento más
dentro del cuento dentro del cuento que te está contando... así que sus
cuentos sabes como empiezan pero nunca puedes imaginar donde te pueden
llevar... algo que ya noté en sus cuentos de invierno, y que estos siete cuentos góticos han venido a confirmar...
siete cuentos góticos que nos cuentan historias como la de las carreteras de pisa en
las que un noble danés que escribe un carta a un amigo para explicarle
su separación matrimonial, acaba siendo testigo de un accidente, conoce
la historia de una dama anciana, se va a buscar a la nieta de ésta y
acaba de padrino en un duelo en el que el otro padrino es una mujer
disfrazada; o el anciano, en
el que un señor mayor muy viajado le cuenta una historia al narrador,
una historia que incluye una aventura con una dama casada, un intento de
envenenamiento y un encuentro casual bajo la lluvia que de precioso que
era, acaba en desengaño con calavera y todo; o el mono,
que nos cuenta como un joven va a pedir consejo a su tía que es abadesa
y ésta decide casarlo, y las noticias que hay antes de que él llegue a
casa de la joven, y que la elegida no quiere corresponderle, y entonces
la abadesa los emborracha a los dos, e insinúa que ha pasado mas de lo
que ha pasado en realidad, y entonces aparece un mono en la ventana y lo
que pasa no te lo puedo contar; o la inundación en
la que cuatro personajes ceden sus puestos en una lancha a una familia y
pasan la noche contándose sus vidas, vidas muy distintas entre sí, de
las que sale una boda y una revelación final totalmente inesperada; o la cena en elsinor,
y esa casa abandonada en la que una fiel sirvienta mantiene la memoria
de los buenos tiempos, y que es capaz de ir a buscar a las dos
propietarias a la ciudad, para darles una noticia del todo imposible
pero que es de verdad; o los soñadores,
en la que una noche de luna, una embarcación lleva a tres hombres al
mismo lugar por distintas motivaciones, y en la que iremos conociendo
porque un contador de historias ya no las sabe contar, y las distintas
maneras que tienen los soñadores de soñar, ya sea dormidos o despiertos;
o el poeta, que empieza
contandonos la triste historia de una reina y que acaba contándonos el
compromiso entre un caballero muy respetado, que como no sabe escribir
versos quiere ser mecenas de otro que promete mucho, y una joven viuda,
con consecuencias que el mecenas no podía imaginar cuando era tan feliz
la noche antes de la boda...
y me imagino que no hará falta que te diga que el libro es una
maravilla... siete cuentos que guardan otros cuentos dentro de ellos, y
que ha sido un placer leer...
y antes de cortar y cerrar me vas a dejar que te copie una cita que
inevitablemente me hizo sonreir, porque aunque ya no soy una niña sigo
buscando refugio en los libros, aunque no sean necesariamente de
cuentos...
creo que en aquellos momentos toda mi alma estaba en mis ojos. realmente me había encontrado hacía tan poco tiempo en situación desagradable, que no quería por ningún concepto volver de nuevo a la misma. en alguna parte de mi ser se agazapaba un miedo funesto y busqué refugio dentro de la fantasía, como un niño apesadumbrado lo buscaría en su libro de cuentos.
isak dinesen (el anciano. siete cuentos góticos)
y ahora corto y cierro... que como aún no he decidido por donde empezar voy a hacer aquello de pitopitogorgorito a ver si así al menos, ya que no me decido, empiezo...
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