miércoles (aunque en lo que va de mañana yo he creído que volvía a ser
martes, y que era ya jueves, todo en las apenas dos horas y media que
llevo despierta...) y te escribo desde el despacho...
miércoles y yo tengo la caja hecha, el correo abierto (reabierto y
requeteabierto), impreso y entregado... ya he mirado el banco, he
tramitado un pedido, he descubierto con horror que un soldador está
descatalogado cuando ya me lo habían pagado (y acabo de enviar un mail
para intentar solucionarlo), he metido un par de albaranes y estoy a un
código de acabar el tercero (y precisamente por eso escribo... porque
tengo un hueco, mientras me buscan el código perdido, así que tecleo...
aunque si he de serte sincera hoy no sabía si venir, y la verdad es que
no sé bien porque pero tengo pocas ganas de ordenar palabras...)
y te contaría que estuve leyendo (o quizás debería decir releyendo, ya
que aunque esta antología en cuestión no la había leído, sí que había
leído la mayoría, sino todos, de los poemas que la componen...) una
antología bilingüe (aunque admito que la parte en inglés suelo ingorarla
abiertamente) de w.b. yeats, publicada por la editorial alianza...
y como a mí hoy se me han perdido las palabras, me vas a dejar que te copie uno de sus poemas... uno que me recuerda a aquel cuando vieja y canosa seas, pero ampliado... y quizás también a aquel efímero (ya sabes: nuestras almas son amor, y un continuo adiós)... dos de los poemas de yeats que no puedo evitar susurrarme a veces sin darme cuenta, porque como diría nadine gordimer, son mis poemas, de los que me he apropiado para que me acompañen...
los sueños destrozados
hay canas en tu pelo.
los jóvenes ya no se quedan sin aliento
súbitamente, cuando pasas;
tal vez algún vejete murmura una bendición
porque fue tu plegaria
la que lo recobrara de su lecho de muerte.
sólo por ti –que todos los dolores del corazón
conociste, y a otros esos dolores diste,
cuando la pobre juventud asumiera
la onerosa belleza- sólo por ti
el cielo ha apartado el golpe del hado,
tan grande es su porción de la paz que tú otorgas
con solo entrar en una habitación.
tu belleza sólo deja en nosotros
memorias vagas, nada sino memorias.
un joven dirá, cuando los viejos callen,
a un anciano, "dime de esa señora
que el porfiado poeta en su pasión cantara,
cuando su edad bien podría haberle helado la sangre"
memorias vagas, nada sino memorias.
pero en la tumba todo, todo será renovado.
la certidumbre de que veré esa dama
reclinada o erguida o caminando
en la prístina belleza de su plenitud,
y con el fervor de mis jóvenes ojos,
me ha puesto a murmurar como un idiota.
eres más bella que ninguna,
sin embargo, tenía tu cuerpo un defecto:
tus pequeñas manos no eran bellas,
y temo que correrás
a hundirlas hasta la muñeca
en ese rebosante lago misterioso
donde los obedientes de la ley sagrada
hunden y son perfectos. oh, deja intocadas
esas manos que he besado,
por amor al ayer.
muere el último tañido de la medianoche
todo el día he pasado en una silla
de sueño en sueño y de rima en rima,
un diálogo confuso con una imagen de aire:
memorias vagas, nada sino memorias.w.b. yeats
corto y cierro...
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