viernes y te escribo con la caja hecha, y el correo abierto, cribado, impreso y entregado...
ni tengo albaranes que meter, ni facturas que sentar, ni nada urgente que hacer... así que tecleo con la conciencia tranquila, aunque la verdad es que no tengo mucho que contar...
te contaré quizás que hace unos días estuve releyendo una pequeña antología de apollinaire, al que no leía desde mis primeros años de estudiante... uno de esos libros que compraba de saldo en esa librería que está en la esquina de parís con valencia, cuando en vez de ir a clase, me iba allí, a rebuscar entre los libros de oferta, aquellos que yo creía que debía leer...
las cosas han cambiado... ya no tengo tiempo de pasar una tarde sentada (sí, sentada) en el suelo de una librería, revisando uno a uno los libros de los montones, buscando tesoros que llevarme a casa con lo poco que había conseguido ahorrar de mi sueldo (porque ya por aquel entonces tenía un trabajo temporal, con el que me pagaba los libros y algún que otro vicio...), ahora me he vuelto tan virtual que casi todos los libros que compro últimamente, los compro por internet... en parte porque mis gustos se han complicado tanto, que determinados libros solo los encuentro así... y en parte porque en apenas dos minutos y tres clicks, el libro está en camino y me lo entregan en el despacho, que es el lugar donde más horas al día paso...
el caso es que no sé porqué, cogí de la estantería del pasillo este libro de apollinaire que leí hace tanto tiempo, y volví a leerlo... quizás porque apollinaire me recuerda otra yo que a veces rescato para no perder a esta yo actual que tantas dudas existenciales tiene... quizás simplemente porque quería volver a leer aquellos poemas a lou, que tanto me divirtieron en un corto viaje en autobus...
y como ya sabes que creo que mejor que hablar de poesía es copiar poemas, me vas a dejar que te copie uno de los poemas que reencontré en esta antología... porque me gustó lo que haría apollinaire si se le dejara hacer...
si se me dejara hacer
oh tiempo oh único camino de un punto a otro
si me dejaras hacer habría cambiado pronto
el corazón de los hombres y por todas parte habría sólo
cosas bellas
en vez de frentes curvadas en vez de penitencias
en vez de desespero y de oraciones habría en todas partes
relicarios copones y custodias
brillando en el fondo de los sueños como esas
divinidades antiguas cuyo papel poético
está a punto de acabarse
si se me dejara hacer compraría
los pájaros cautivos para devolverles la libertad
los vería con una alegría pura
tomar el vuelo y ni siquiera tener la idea
de una virtud llamada agradecimiento
a menos que eso no sea gratitud
apollinaire (poemas selectos)
y ahora corto y cierro...
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