sobre los celos según dumas...

miércoles y te escribo desde el despacho... con la caja hecha y el correo impreso y entregado... y te diré que si bien mis vaticinios de ayer eran ciertos (en toda la mañana no fui capaz de concluir nada de lo que empezaba), cierto es también que la tarde fue concluyente (no porque me aclarase nada que no supiese, sino porque fui capaz de terminar todo lo que tenía pendiente...)


miércoles y aunque si bien es cierto que sigo teniendo dudas existenciales, y que creo que necesito reiniciarme, reinventarme o reinventar quizás estos tecleos dispersos... también lo es que por otra parte me pregunto porque habría de renunciar a ciertas cosas, que vengo haciendo desde hace tanto tiempo, y buscarme de otra forma las palabras... así que de momento mantengo mis formas... en parte porque como te decía hoy quizás he amanecido combativa y no veo porque habría de renunciar a una parte de mí misma; y en parte porque la verdad es que de momento no se me ocurre otra manera de continuar con estos tecleos... claro que, tiempo al tiempo...





en fin... miércoles y yo hoy venía a contarte que estuve leyendo amaury de alejandro dumas (padre)... y es que hacía tiempo que no leía a dumas padre, y me estaba planteando releerme los tres mosqueteros (y aquellos veinte años después y aquel vizconde de bragelonne...) cuando haciendo una inocente búsqueda en la web de la casa del libro, encontré esta novela de la que admito que no tenía noticias hasta entonces...


y la historia comienza en un salón francés, en el que se cultiva la conversación (la conversación, en cuya especialidad no hay nadie que pueda competir con los franceses... si hacemos caso de las palabras del propio dumas...) y entonces alguien pregunta si se puede morir por amor, y como respuesta a semejante pregunta, el anfitrión sacará unos documentos con los que ilustrar la cuestión... los documentos que ha "heredado" de su amigo, el doctor d’avrigny (un diario y algunas cartas) y que nos contarán la historia de amaury de léoville y su triste historia de amor con madeleine, la hija del doctor...


una historia de amor, pero sobretodo, una historia de celos... los celos del doctor d’auvrigny por el amor que su hija siente por amaury (del que por cierto ha sido tutor hasta hace poco tiempo), y los celos de amaury por la relación que madeleine tiene con su padre... además de los celos que la pobre madeleine siente por su prima, antoniette, a la que intenta apartar por todos los medios de su amado amaury... y los celos que siente antoniette, tanto por su prima, como por él... en fin... todo un estudio sobre casi todos los tipos de celos que pueden haber...


una maravilla... aunque sé que usó mucho esta palabra, la verdad es que no lo puedo evitar... una maravillosa aunque triste historia, que casi empieza donde cualquier otra historia habría acabado... y hasta aquí puedo leer, que no quiero desvelar nada...





pero antes de cortar y cerrar, me vas a dejar que te copie una cita... una cita en la que el propio amaury define el amor...






el amor es fuente de alegrías y dolores, es pasión y fiebre, es medicina y veneno al mismo tiempo. al curar, mata. cuando amamos, nuestro corazón deja de latir en nuestro pecho para latir en el de otro...

alejandro dumas (amaury)




y ahora corto y cierro...

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