sobre la tierra de zola...

viernes (por fin!) y te escribo desde el despacho...


viernes con la caja por hacer, el correo a medio imprimir, y el sueño que deja una noche extraña...


viernes y el caso es que yo venía a contarte que hace unos días estuve leyendo la tierra, una entrega más de los rougon-macquart de zola...






provisto de una sembradera de tela azulada anudada al vientre, jean iba y venía por allí aquella mañana; con su mano izquierda mantenía la bolsa abierta, mientras con la derecha, en cuanto llevaba dados tres pasos, cogía de la misma un puñado de trigo que, con un solo movimiento, lanzaba a voleo.

emile zola (la tierra)





y así empieza zola esta novela... vemos a jean (al que ya conocía, debido a esa manera desordenada que tenía de leerme esta serie de los rougon-macquart según los iba encontrando, hasta que dejé de encontrarlos y tuve que ponerme a buscarlos... ya que jean es el jean de la debacle (o de el desastre, dependiendo de la traducción) que aunque va después de esta historia, como te decía, yo me leí antes...) y a la tierra, que en realidad es una protagonista mas...


jean, que para situártelo te diré que es de la parte de los macquart (osea, hijo de uno de uno de los hijos que adelaïde fouque tuvo con macquart), hermano de la gervaise de la taberna y de la bella lisa de el vientre de parís; que era aprendiz de carpintero, pero salió de plassans para ir a la guerra, y que cuando volvió a francia, en vez de volver a casa, se quedó por el camino, en la beauce...


y además de la historia de jean, zola nos contará la historia de la familia fouan, a partir de que el padre y la madre deciden repartir sus tierras entre sus hijos (hyacinte, fanny y buteau), abriendo así sin darse cuenta la caja de las maldiciones, y mira que la grande (hermana de fouan, y un grandísimo personaje) le avisa el día antes de lo que pasará si suelta sus tierras y se las da a sus hijos en vida... pero fouan está decidido y no se da cuenta de las consecuencias que tendrán sus actos... y también la historia de lise y françoise, sobrinas de fouan, que quedan huérfanas nada mas empezar la novela... dos hermanas cuya relaciones veremos como va cambiando con dolor...


y zola nos mostrará estas vidas que dependen de la tierra, que la ansían y que la desean, de una manera tan despiadada que en ocasiones no podremos menos que desviar la mirada... asistiendo a los intentos de un marido por violar a su cuñada... al abandono de un padre por parte de sus hijos... a los esfuerzos de un cura por intentar que sus fieles sean decentes... y en medio de todo eso estará jean, que a veces parece el único cuerdo a pesar de ser un macquart. que aunque consigue lo que quiere, no lo tendrá durante mucho tiempo, que al final descubrirá que pese a todo, no es más que un extraño entre aquellos que le rodean...


y es que solo zola es capaz de mostrarnos el horror y además dejarlo impune... porque al final los malos no pagan por sus pecados, y a los buenos (que en el fondo, nunca son buenos del todo, porque zola también nos enseña sus sombras) no se les recompensa... como en el vida real... por muchos cuentos que nos quieran contar...


espectacular... seguramente esa es la palabra que mejor le va a esta novela... dolorosa, puede que obscena en la manera de enfocar ciertos temas, y espectacular, quizás precisamente por ese vacío que nos deja...


y ya tengo aquí, encima de la mesa del despacho, el sueño, la siguiente entrega de los rougon-macquart... porque soy de las que creen que siempre hay que tener un zola por casa...





y ahora corto y cierro... y que mira la hora que es (casi las diez!) y yo no he desayunado, ni he hecho la caja, ni he acabado de abrir el correo electrónico...

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