sobre pérdidas y los cuentos de la mccullers...

martes y que sepas que tenía mas de medio post escrito cuando el editor ha hecho un movimiento extraño y mis palabras se han perdido sin remedio (por mucho que le he dado al "control" y a la "z" y por mucho que he intentado retroceder en el tiempo, no ha habido manera de recuperarlo... y ya sabes que no se me da bien reescribir lo ya escrito...)


así que resumiendo, te contaba que ya tengo la caja hecha, el correo abierto, impreso y entregado; unas solicitudes de apertura encima de la mesa, e incluso sus correspondientes informes para enseñárselos al jefe y que él decida... pero como el jefe no está, y yo lo que tenía que hacer ya lo he hecho (ayer la tarde fue tan productiva que creo que me pasé adelantando faena, y ahora me encuentro esperando que entre material como quien espera que llueva, porque si hay algo peor que tener demasiadas cosas que hacer y poco tiempo; es no tener nada que hacer y un horario laboral que cumplir sin remedio...)


también te decía que tengo sueño, porque la noche pasada estuvo plagada de pesadillas de casas vacías y de cajas llenas de recuerdos que acababan en la basura...





el caso es que cuando el ordenador ha hecho es movimiento extraño que ha borrado mis palabras, me disponía a contarte que estuve leyendo "¿quién ha visto el viento?" el libro que ha publicado la editorial austral y que contiene todos los cuentos de carson mccullers...






los recuerdos infantiles poseen una extraña cualidad volandera, y zonas de oscuridad rodean los espacios de luz. los recuerdos de infancia son como velas encendidas en una hectárea de oscuridad, e iluminan escenas inmóviles, separándolas de la negrura circundante.



carson mccullers (el orfanato)





y qué te voy a decir yo de ella (no te recordaré lo que me dijiste una vez, hace años) sino que ha sido un placer volver a leerla... ha sido una maravilla disfrutar de estos cuentos, parte de los cuales había leído en la edición que tengo por casa de "la balada del café triste"... y es que sus relatos tienen un algo... tiene ese algo que la hace tan especial... esa manera de conectar algunos mediante los personajes (como el del patio de vecinos en el que hay una violonchelista, y que luego haya una violonchelista en otro cuento que tiene unas vistas parecidas desde su ventana... por ejemplo), esa manera de mostrarnos momentos... de mostrarnos personajes en pocas páginas y conseguir que los hagamos nuestros... esa manera de hacer que parezca fácil el complicado arte de contar relatos...


y me descubro pensando que quizás un día de estos tendré que volver a leer aquel libro sobre iluminaciones... quizás porque lo leí demasiado pronto... y aunque en su momento me encantó (me atrevería a decir que fue toda una iluminación...), la verdad es que ahora que he leído casi toda su obra traducida al castellano, creo que entenderé mejor esa biografía que tanto me gustó en su día...


nada más... que ha sido una maravilla volver a leer a la mccullers... que ha sido genial, poder leer todos sus cuentos...






en el colegio, a veces, cuando debería estar mirando al que resolvía el problema de geometría en la pizarra, la pregunta se revolvía como un cuchillo dentro de ella.



carson mccullers (wunderkind)







y ahora corto y cierro, que aunque por aquí la situación sigue igual que cuando he empezado a escribir este post, y sigo sin tener nada que hacer; y el material sigue sin entrar, y por no tener que hacer, no tengo ni que contestar el teléfono que apenas suena esta mañana que parece puesta en pausa... la verdad es que no tengo nada mas que contarte... así que igual busco un par de libros por internet, por que la verdad es que no se me ocurre nada más útil que hacer visto que no puedo hacer nada... y visto que estoy con la tierra, tendré que ir buscando el sueño, por aquello de tenerlo ya por casa, para cuando me apetezca leerlo...


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