sobre lo que elizabeth jenkins me contó de harriet...

jueves (el primer jueves de octubre... tú ya me entiendes...) y te escribo desde el despacho...


jueves, y la caja por hacer, las facturas a medio sentar, el mes de octubre que ya ha empezado y yo que todavía no he podido (ni podré de momento) cerrar el mes pasado...


jueves y necesito otro café o aprender que ya no tengo edad de quedarme leyendo hasta las tantas después de ver la tele hasta tarde... necesito aprender que cuando me digo a mí misma que sólo voy a leer un par de páginas, leer unas diez o doce está bien... pero no está bien obviar las promesas que me hago a mí misma y leerme cuarenta páginas como si al día siguiente no hubiese que madrugar, o como si tuviese una edad en la que la falta de sueño no se delatase delante del espejo con tanta facilidad...





jueves y yo venía a contarte lo que sufrí leyendo "harriet" de elizabeth jenkins...


lo que sufrí... sí... porque aunque me encantó este regalo (porque admito que yo no la conocía ni de oídas, así que gracias...), este es uno de esos libros que te agobian, que te ahogan a medida que vas avanzando en la historia y la atmosfera se va enrareciendo... y no puedes dar crédito a lo que está pasando... y odias a algunos personajes, tanto que se te antojan reales, y sufres por otros como si los conocieras realmente... y ves venir las cosas, sin poder dejar de leer, pero sin querer que pasen...


(que brutal es la escena del vestido y de las dos hermanas, y que maestría la de la jenkins al hacernos sentir toda la violencia y la mezquindad que encierra un hecho tan inocuo y a la vez tan doloroso, que nos hace retirar la vista del libro, casi sin darnos cuenta...)


y te diré que tiré el libro al suelo en una ocasión (no pude evitarlo...) pero que lo recogí corriendo para seguir leyendo...


te diré que el final me dejó desolada... y que el descubrir que está basado en una historia real, me dejó muy tocada...





pero la verdad es que es una maravilla... doloroso, sí, pero maravilloso...





y antes de cortar y cerrar me vas a dejar que te copie el principio...






a las cinco y media de la tarde de un día de enero de 1875, reinaba en la sala de estar de la señora ogilvy un ambiente muy acogedor. se encontraba en la planta principal de la vivienda y, aunque no podía decirse que estuviera amueblada con gusto, era una estancia cálida y luminosa, muy confortable en un día de frío como aquel.



elizabeth jenkins (harriet)








pobre señora ogilvy, que no imagina lo que pasará en unos días; pobre señora ogilvy que no entiende "por qué había fracasado? cómo era posible que, estando plenamente de su parte la decencia, el decoro, la humanidad y el sentido común, nada hubiese puesto freno a aquel villano arribista que actuaba en solitario?"...





y ahora corto y cierro... que habrá que hacer la caja, acabar de sentar las facturas, y empezar a reclamar las que me faltan... a ver si allá por el día diez, consigo tenerlas todas y cerrar el mes de septiembre, y con él, el tercer trimestre...





pd. sé que no te he contado nada del libro... pero es que este libro es de esos que mejor que te pille sin saber nada de su contenido...




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