la misma sensación que anoche me asaltó en la cocina mientras me preparaba algo de cena... esa sensación de que podría haber olvidado algo importante, que desencadenase catástrofes... y ya en el sofá me descubrí haciendo una lista de los deberes del día... repasando todo lo hecho y lo por hacer... buscando un olvido que si lo hubo, no lo supe ver... y esa sensación de inseguridad sigue aquí esta mañana... y aunque juraría que todo está hecho... que tengo controlados los vencimientos, que tengo todo anotado... que la facturación de ayer fue bien... que no me salté ninguno de los pasos... vuelvo a tener esa sensación, y me digo que igual es simplemente fruto del cansancio... fruto de que ya va a hacer dos años que asumo responsabilidades que, aunque no lo digo, me desbordan... fruto de una inseguridad ancestral que a veces olvido que tengo, gracias a la seguridad ficticia que da el saberse eficiente... esa seguridad que una adquiere a fuerza de repeticiones, pero que sabemos tan débil en realidad...
miércoles y yo en realidad venía a contarte que hace unos días volví a leer a mayakovsky...
hacía años, muchos, muchos años, que no volvía a estos poemas que pese al tiempo que ha pasado, aún sabría decirte donde compré... una edición malilla... uno de esos libros que compraba a precio de saldo a fuerza de sentarme en el sueño de esa librería a la que ahora voy los sábados camino de la residencia a recoger los libros que encargo por internet, y revolver los montones con cierto orden, buscando esos autores que no conocía, pero que creía que debía leer (no me preguntes porqué, que mi memoria no es tan buena), al precio que me podía permitir en aquellos años de estudiante de bellas artes, en los que gastaba mis escasos medios, en libros, blocs de esbozo y oleos...
y aunque no sé decirte qué estaba buscando en las estanterías del pasillo, cuando cogí esta antología de mayakovsky... y tampoco sé porque decidí releerlo... sí te diré que algunos de sus poemas me causaron (sino la misma) una sensación muy parecida a la que sentí hará mas de quince años, cuando los leí por primera vez...
y dice mayakovsky de sí mismo: "yo soy poeta. es lo que me interesa. de eso escribo. si amo, o si soy jugador, o también cuando amo las bellezas del cáucaso... sólo cuando todo eso es un deposito de palabras."
y para muestra, me vas a permitir un botón... y como botón me vas a dejar que te copie aquí su último poema... quizás porque inevitablemente te remite a su última carta de despedida... quizás porque este poema, me sigue impresionando, a pesar de los años que hace de que lo leí por primera vez...
fragmento último
pronto serán las dos
quizás estés acostada.
en la noche,
como un oka de plata,
fluye la vía láctea.
tengo tiempo de sobra,
y los relámpagos de los telegramas.
no vendrán ya
a despertarte,
atormentarte.
como se dice,
el incidente está zanjado.
la barca del amor
se rompió
contra la vida cotidiana.
estamos en paz
contigo.
inútil pasar revista
a dolores,
desgracias,
reciprocas ofensas.
mira
qué paz sobre el mundo!
la noche
impuso al cielo
un tributo de estrellas,
de tantas estrellas.
en horas como ésta
en que uno se levanta, y en que uno habla
a los siglos,
a la historia,
al universo...
mayakovsky
y ahora corto y cierro...
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