sobre lo que hugo me contó de bug-jargal y claude gueux...

martes y te escribo desde el despacho...


martes y poco o nada que contarte... ni he hecho la caja, ni he archivado los listados... en lo que va de mañana lo único útil que he hecho ha sido abrir, imprimir y distribuir el correo, y responder a un par de correos... y he desayunado, claro... porque si hay algo útil es tomarse un café por la mañana, cosa que mi compañera debería hacer, ya que ya está roncando otra vez, y te diré que eso, además de cabrearme, me desconcentra...





martes y yo hoy venía a hablarte del libro de victor hugo que leí hace un par de semanas... libro que contiene dos novelas cortas (o quizás una novela corta y un relato largo...), bug-jargal y claude gueux... que siendo de hugo ya te podrás imaginar que eran dos maravillas maravillosas...





y dice hugo en el prólogo, que "en 1818, el autor de este libro tenía dieciséis años; apostó que escribiría un volumen en quince días. hizo bug-jargal. los dieciséis años son la edad en que se apuesta por todo y se improvisa acerca de todo."


dice también que el libro está retocado y corregido, pero no deja de estar escrito cuando su autor apenas tenía dieciséis años... lo que es increíble, si he de serte sincera... porque si bien es cierto que muchos son los años que llevo de idilio con hugo, no sabía que ya a esa edad era ya lo que era...








cuando le llegó el turno al capitán leopoldo d’auverney, abrió de par en par los ojos y confesó a aquellos señores que no conocía realmente acontecimiento alguno de su vida que mereciese acaparar su atención.
victor hugo (bug-jargal)








cosa que, por cierto, no puede ser menos cierta... y al parecer la idea era que la historia de bug-jargal, contada por el capitán d’auverney, formara parte de un conjunto de historias... pero ese proyecto no se llegó a realizar... la historia de amor del capitán d’auverney, que está a punto de casarse con maría, que además de ser su prima es el amor de su vida, de la que además de él, está enamorado pierrot, uno de los esclavos de su padre... y en la noche de bodas, leopoldo (que así se llama el capitán) tendrá que dejar a su amor, para irse a sofocar la rebelión de los esclavos... que mientras él está fuera, llega a la plantación de su tío... y entonces maría es raptada y el pobre d’auverney se volverá loco buscándola... y hasta aquí puedo leer, porque está historia de la rebelión de los esclavos en santo domingo es una historia de esas en las que las cosas no son lo que parecen, y en la que a veces los malos son los buenos, y los buenos no pueden evitar hacer algo malo...


una maravillosa maravilla, como te decía... a la que acompaña la historia de claude gueux... de la que me vas a permitir que te copie el principio...








hace siete u ocho años un hombre llamado claude gueux, obrero pobre, vivía en parís. tenía con él una hija que era su querida, y un niño de esa hija. digo las cosas como son, dejando que el lector saque las moralejas a medida que los hechos las siembren en su camino. el obrero era capaz, hábil, inteligente, muy maltratado por la educación, muy tratado por la naturaleza, pues no sabía leer pero sabía pensar. un invierno se quedó sin trabajo. no había fuego ni pan en la buhardilla. el hombre, la hija y el niño tenían frío y hambre. el hombre robó. no sé qué robó ni sé dónde robó. lo que sé es que el resultado de ese robo fueron tres días de pan y de fuego para la mujer y el niño, y cinco años de cárcel para el hombre.
victor hugo (claude gueux)








un principio que inevitablemente me trajo a la memoria a uno de mis grandes amores (porque no me negarás que claude gueux se parece un poco a ese jean valjean tan inolvidable...)


una historia que denuncia el poder cuando no atiende a razones... una historia que nos cuenta que la crueldad sin motivo puede tener un castigo...


otra maravillosa maravilla... pero es que siempre es un placer leer a hugo... aunque me de un poco de pena que se me estén acabando sus novelas, no sufras que ya tengo otra de sus obras encargadas... porque una chica como yo siempre necesita tener un hugo sin leer por casa...





y ahora corto y cierro... que aunque la verdad es que de momento no hay mucho que hacer, voy a ver qué tiro al suelo, que no se rompa, a modo de rudimentario despertador de despacho...






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