sobre vueltas a la realidad y poco mas que contar...

lunes (tan lunes que juraría que este es el lunes más lunes de todos los lunes del año) y te escribo (deprimida) desde el despacho...


lunes y en la hora y media que llevo trabajando, lo único que he hecho ha sido abrir el correo (que te diré que al abrirlo daba miedo, porque dos semanas sin abrirlo, te podrás imaginar que han dado para acumular mucho spam y mucha consulta, y mucho e-mail ambiguo, de ese que hasta que no lo abres no sabes si es de verdad o es solo spam...)


lunes y te contaría que echo de menos mis rutinas vacacionales... eso de despertarse con el desagradable sonido del despertador, no es lo mismo que abrir los ojos a una hora indeterminada de la mañana... como no es lo mismo vestirse sin estar despierta del todo y bajar a trabajar, que pasar de la cama al sofá, con un café con leche como compañía... y tampoco se parece en nada este abrir el mail con el sonido insistente del teléfono, a ese poder leer un rato mientras disfrutas del silencio de la casa vacía... (lo peor, sin duda, va a ser esta tarde a las cuatro, cuando en vez de quedarme en casa me toque bajar a trabajar...), pero como no hay que fomentar la propia depresión postvacacional, mejor no te lo cuento...


lunes, pero ayer no hubo peli (quizás porque haber puesto una peli anoche hubiera supuesto admitir que era domingo que hoy iba a ser lunes; quizás porque el libro que elegí para volver de vacaciones, consiguió atraparme, y decidí llevármelo a la cama conmigo e intentar acostarme pronto...) y como no hubo peli, no sé que mas contarte...


así que corto y cierro, que el backoffice se nos ha roto y no puedo quitar los avisos de los pedidos; y tengo que hacer un par de remesas, además de la caja del día nueve; y organizar la parte del correo electrónico que me corresponde...


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