sobre el principio de agosto y un poema de adrienne rich...

viernes y te escribo desde el despacho...


viernes y te diré que esto empieza a parecer una película de esas de miedo (películas que por cierto no veo) en las que cada vez va quedando menos gente... porque si el día uno se pilló las vacaciones mi compañera de mostrador, hoy se las ha pillado otro de mis compañeros, y me da a mí que el lunes mi compañera de despacho ya no vendrá... y tendremos que aguantar la última semana antes del cierre como buenamente podamos...


viernes, y yo ya tengo el mail abierto y colocado en donde corresponda, he hecho el banco, y una factura con su recibo y sus correspondientes notas de envío, e incluso he metido un albarán... la caja sin hacer, eso es cierto... y la facturación del día treinta y uno acabada pero no (porque con las fusiones de los bancos, me han cambiando los plazos de las firmas, así que de momento, y hasta que nos centremos, iremos cambiando rutinas... que remedio...)





viernes y yo quería contarte que ayer a mediodía, estaba tan cansada y tan descentrada, después de las últimas revelaciones de mi hermana nonó, después de que el jefe nos contara los planes que tiene para su sesenta cumpleaños, y después de hablar por teléfono con mi hermana niní, para hacerle un resumen de lo hablado y que me dijese si sí, o si no, para comentárselo yo al jefe a las cuatro... que en vez de seguir leyendo la novela que ando leyendo de la wharton, decidí que mejor sería leer poesía... que para determinados estados mentales viene mejor que la prosa (al menos en mi caso)


así que ayer me leí una antología de poemas (de 1963 al 2000) de adrienne rich (a la que descubrí en una de aquellas agendas de la mujer, y de la que creo que ya he hablado por estas playas en mas de una ocasión...), una antología de la editorial renacimiento (de la que admito que me encantan sus ediciones y sus portadas) en la que encontré nuevas traducciones de algunos poemas que ya me resultan familiares, y poemas nuevos (o puede que poemas que en su momento me pasaron desapercibidos, ya sabes que con la poesía, es determinante a veces el momento...)


así que antes de cortar y cerrar me vas a permitir que te copie un poema que me llegó de manera especial... quizás porque yo he leído poemas en muchos de los momentos que la rich enumera...









un atlas del mundo difícil, XIII (dedicatorias)

 
sé que estás leyendo este poema
tarde, antes de salir de tu oficina
la del único e intenso foco de luz amarilla y la ventana que se ensombrece
en la lasitud de un edificio que se desvanece en la quietud
mucho después de la hora punta.    sé que estás leyendo este poema
de pie en una librería lejos del océano
en un día gris de principios de primavera, débiles copos empujados
en torno a ti a través de los inmensos espacios de las llanuras.
sé que estás leyendo este poema
en una habitación en la que te ha sucedido demasiado para poder soportarlo
en la que espirales de sábanas yacen estancadas en el lecho
y la maleta abierta habla de fuga
pero aún no puedes irte.    sé que estás leyendo este poema
mientras el metro disminuye la velocidad y antes de subir
                 corriendo las escaleras
hacia un amor diferente
que la vida nunca te ha concedido.
sé que estás leyendo este poema a la luz
de la pantalla del televisor donde se deslizan imágenes mudas que sobresaltan
mientras esperas las últimas noticias sobre la intifada.
sé que estás leyendo este poema en una sala de espera
de ojos que coinciden y no se encuentran, de identidad con extraños.
sé que estás leyendo este poema bajo una luz fluorescente
en el aburrimiento y la fatiga de los jóvenes excluidos,
que se excluyen, demasiado jóvenes.    sé
que estás leyendo este poema con la vista que te falla, las gruesas
lentes agrandan estas letras más allá de todo significado y aún así continúas leyendo
porque hasta el alfabeto es valioso.
sé que estás leyendo este poema yendo y viniendo junto al horno
calentando leche, con un niño que llora en tu hombro, un libro en la mano
porque la vida es corta y también tú tienes sed.
sé que estás leyendo este poema que no está en tu idioma
te imaginas algunas palabras mientras otras te hacen seguir leyendo
y quiero saber qué palabras son ésas.
sé que estás leyendo este poema esperando oír algo, rota
                                entre la amargura y la esperanza
para volver una vez más a la tarea que no puedes rechazar.
sé que estás leyendo este poema porque no hay más que leer
allí donde has arribado, desnuda como estás. 
adrienne rich


corto y cierro...

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