sobre el duelo de chejov...

miércoles y te escribo desde el despacho, ya casi acostumbrada a esto de tener que trabajar...


(y te diría que ya he olvidado las vacaciones sino fuera porque sería mentira... porque una cosa es volver a acostumbrarse a los madrugones y a los horarios laborales, retomar las rutinas hasta el punto de que vuelvan a ser naturales... y otra muy distinta es olvidar esos días fuera del tiempo de los relojes...)





miércoles y tengo la caja por hacer y un sueño que me caigo... ya he desayunado (en casa, porque por aquí estamos cambiando las pocas rutinas agradables que trabajar tenía) y me planteo ir a la máquina a buscar otro café, porque el primero todavía no me ha hecho efecto...


días tranquilos, porque la verdad es que medio país sigue de vacaciones, así que ni entra material ni entran pedidos... y el horario laboral se va en esas rutinas que todo despacho tiene, que no se paran pase lo que pase... así que te diré que tengo los cobros y los pagos al día... que tengo metidas todas las facturas que han llegado hasta el momento... que tengo los talones hechos y pendientes de firma... y que sigo sin poder entrar al backoffice para quitar los carteles de que estamos de vacaciones que les salen a los clientes cuando van a hacer un pedido...





miércoles, y como habrás deducido por el título del post, yo hoy venía a contarte que mi primera lectura de vacaciones fue "el duelo" de chejov, una de las tres novelas cortas que me leí en vacaciones, de las cinco del libro de alba editorial que me regalaron mis hermanas por mi cumpleaños...


el duelo, que es la única de las tres novelas cortas de chejov, que he leído este verano, que no conocía (las otras dos, las había leído hace años, bastantes años, ya que chejov fue uno de mis primeros rusos)






eran las ocho de la mañana, la hora en que los oficiales, los funcionarios y los forasteros solían bañarse en el mar, después de una noche calurosa y sofocante, luego se dirigían al pabellón a tomarse un café o un té. iván andreich laievski, un joven de veintiocho años, enjunto, rubio, con la gorra del ministerio de hacienda y zapatillas, encontró en la playa a muchos conocidos, entre ellos a su amigo el médico militar samoilenko.

chejov (el duelo)


y así es como comienza chejov esta novela corta (o relato largo), a las ocho de la mañana... presentándonos a laievski (un joven que se fugó con una mujer casada y que en el momento en el que comienza el relato se siente atrapado por un amor que no ha sabido resistir al tiempo), y a samoilenko, el médico militar, que es sin lugar a dudas mi personaje favorito...


una historia muy de chejov y que a la vez me ha traído recuerdos de turguenev y de pushkin (claro)... una historia de aburrimiento, de secretos y de rencores que podemos no entender del todo, que desembocan en un duelo, y hasta aquí puedo seguir leyendo... sí que te diré que me encantó el final, y que siempre es un placer leer a chejov...





y ahora corto y cierro, porque desde que he empezado este post, las interrupciones han sido tantas que he perdido el hilo y no sé si he sido capaz de ser coherente en mis tecleos... así que le doy a la tecla de publicar sin releer... no vaya a ser que me de por borrarlo todo...


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