sobre que es jueves, la alegría de vivir según zola, y desgracias que no deberían pasar...

jueves y te escribo desde el despacho...


jueves con la caja hecha, con el correo abierto y con la sensación de que pese a que hago todo lo que puedo; lo que puedo no es suficiente (y empiezo a intuir que no lo será nunca, por mucho que me esfuerce...), jueves y este sentimiento de culpa por no poder solucionar los problemas que yo no he creado y que no tengo en mi mano solucionar, vuelve a subir, poco a poco, atándome una vez mas este inexplicable nudo en la garganta que no sé como desatar... porque aunque sé que no hay que matar al mensajero, sé que las nuevas que traigo no son buenas, y aunque preferiría no tener que dar mis partes, la verdad es que decir la verdad es inevitable, y esconder lo que sabemos, lo único que haría sería aplazar el mal... y el mal ya está hecho, y yo sigo sin saber como solucionar este problema concreto...





divago... pero sé que sabes de lo que hablo...





divago quizás porque yo hoy venía a contarte que la semana pasada estuve leyendo "la alegría de vivir" de zola (otra de las novelas de los rougon-macquart), de la que te diré que no deberías fiarte del título... porque alegría, lo que se dice alegría de vivir, no da...


venía a contarte que ya hace mas de diez años que leo la historia de esta familia, recomponiendo poco a poco este árbol genealógico que le sirvió a zola para contarnos una época... y esta vez he conocido a pauline, pobre huérfana, hija de lisa macquart (aquella bella lisa de "el vientre de parís", hermana de aquella gervaise de "la taberna" que era la madre de la naná de "naná", del etienne de "germinal" y del claude de "la obra"), e hija también de quenu (también de aquel "vientre de parís" que me leí precisamente allí...). paulina, que con apenas nueve años queda huérfana y a cargo de los chanteau... que no sólo se hacen cargo de ella, sino también de su dinero...


una historia dolorosa, para qué te voy a mentir, en la que zola nos muestra el amor para luego enseñarnos el dolor que puede provocar... una historia en la que la señora chanteau encarna a uno de esos personajes que sabes que me sacan de quicio, esos personajes malos, malos, malos, convencidos de que en realidad hacen lo correcto... uno de esos personajes que están tan equivocados en sus ideas morales que te dan ganas de lanzar el libro lejos por no poder abofetearlos...


una historia que me hizo subir corriendo unas escaleras, para encontrarme junto con la pobre paulina con un grandísimo desengaño... y una historia que tiene un final tan brutal que te juro que sentí como si me dieran una bofetada cuando leí como acaba la pobre verónica (el único personaje que salvaría de la quema si me dejaran prender fuego a esta familia de inconscientes y egoístas...)


en fin... que ya sabía cuando empecé a leer el libro que mi pobre pauline no acabaría viviendo feliz, ni comiendo perdiz (de todas la heroínas de zola que conozco, y conozco ya a unas pocas, la verdad es que la única que acabó bien fue denise, la de "el paraíso de las damas", y he de decir que denise, no era una rougon-macquart...), pero repito que el final no me lo esperaba...





y aunque yo hoy venía a contarte todo esto y quizás a decir lo indignada que estoy con eso de que "la falta de varón no es un motivo médico", que me tiene tan traumatizada que casi estoy por no creérmelo (porque la ideología es tan clara y tan vergonzosa que de verdad no me creo que en este país pasen estas cosas); como estoy por no creerme que la misma señora (por llamarla alguna cosa) es la que ha decidido que las estadísticas de maltrato se pueden retocar, y así contabilizando solo las agresiones que requieran al menos veinticuatro horas de hospital, seguro que dentro de unos meses la vemos tan feliz anunciándonos por la tele que ella y su gobierno han reducido la violencia de género, con solo sesgar las estadísticas (cómo no se le había ocurrido antes a nadie con lo fácil que era?)


pero hay días en los que la realidad parece que te mira a los ojos, y con una desgracia lo relativiza todo... porque desde anoche, cuando parecía que había habido un accidente sin importancia, las cifras han ido subiendo, y esta mañana ya nos hablaban de una desgracia de dimensiones tales que nuestros problemas se reducen a su verdadero tamaño, y sólo podemos sentir el dolor de esas familias que esperan noticias, aunque sean las peores que les puedan dar...





y ahora corto y cierro...

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