sobre primeras novelas y finales de viajes...

martes y te escribo desde el despacho... claro...


martes y ya he perdido la cuenta de las llamadas que llevo contestadas... será el calor, será que en esta ciudad nos resistimos a pisar la calle en verano a ciertas horas... pero el caso es que el teléfono no para de sonar, y siempre es para lo mismo: asegurarse que tenemos algo, antes de venir hasta aquí (como si estuviéramos en medio del desierto...)


y ya he abierto el correo, y hasta he pasado ya un par de presupuestos... y por aquí los ánimos andan caldeados, lo que admito que me afecta, incluso más que el calor que hace... pero la buena noticia es que he amanecido despejada y sin rastro de la migraña que me tenía castigada desde el sábado... claro que con éstas tensiones no sé cuanto tiempo la voy a poder mantener a raya...





martes, y yo hoy quería contarte que la semana pasada estuve leyendo fin de viaje, la primera novela de mi adorada (y siempre reverenciada) virginia woolf...


curiosamente, al terminar esta novela, encontré entre los testimonios de victoria ocampo (de los que te hablaré mañana si puedo), una definición perfecta de esta novela... y es que dice victoria ocampo hablando de la woolf que "en 1915 publicó the voyage out, su primera novela". y que "a propósito de este libro, e. m. forster escribió que lo encontraba extraño y trágico y que transcurría en una "américa del sur que no se podía encontrar en ningún mapa y adonde se llega en un barco que no podría flotar en ningún mar"."


quizás porque da igual dónde transcurra la novela, el hecho de que sea en una américa del sur que no se pueda encontrar en ningún mapa, es precisamente un acierto... porque la woolf no pretende hablarnos del medio sino de eso tan característico en ella... esas impresiones, esos recuerdos, esos detalles que adquieren importancia con el tiempo... eso que es imposible explicar pero que virginia woolf capta en cada una de sus novelas...


un viaje en barco, y un tiempo en algún lugar de américa del sur, donde rachel, la protagonista, irá descubriendo cosas que no sabía... rachel y su tía helen, y los curiosos inquilinos del hotel que está cerca de la villa en la que pasan los días rachel y sus tíos... además de esos viajeros que el padre de rachel recoge en su barco: el señor y la señora dalloway (esa misma clarissa que años después diría que ella misma compraría las flores...)





las noches eran anchos fosos obscuros que separaban los días. rachel hubiera deseado vivir una serie ininterrumpida de días sin foso alguno. sin embargo, rachel nunca confesó ni a sí misma que estuviese enamorada de terence.

virginia woolf (fin de viaje)





una primera novela que ya esboza lo que nos traerán las novelas que vendrán después... una novela en la que he reconocido algunos rincones del cuarto de jacob, en la que he conocido a una señora dalloway distinta (como en aquellos relatos en que leer su nombre me hacía sonreir, como nos hace sonreir reconocer a alguien en medio de una fiesta en la que creíamos no conocer a nadie), en la que he recordado el camino al faro, y algunos momentos de orlando, así como el rumor de las olas, el pasar de los años y momentos de los entreactos...


una primera novela que me ha confirmado algo que ya sabía... que virginia ya era virginia en mil novecientos quince cuando escribió esta novela... una auténtica maravilla...





y ahora corto y cierro... que tengo ya encima de mi mesa un presupuesto que pasar, y acaba de entrar un material que urge que salga ya...

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