sobre un inconveniente...

miércoles y te escribo con prisas desde el despacho...


con prisas porque me tengo que ir, y no sé a que hora volveré... así que te escribo antes de irme... por si la mañana se complica, mas de lo que suele complicarse...





miércoles y te contaría que ya tengo la caja hecha, y el correo en orden, pero como hay prisa te diré que yo hoy venía a hablarte de mary cholmondeley y de su novela un inconveniente...






sentada cerca de la ventana abierta, en su tocador azul y blanco, lady mary carden miraba con atención hacia fuera, hacia park lane. miraba las agitadas copas de los arboles en hyde park. era junio y el día era soleado. la falsa alegría del verano la rodeaba; el vacilante ruido de los carruajes pasaba bajo su ventana por los festivos caminillos del parque.

mary cholmondeley (un inconveniente)





y así es como la cholmondeley (no veas lo que me ha costado aprender a escribir bien su complicado nombre) nos empieza a contar esta historia... con mary carden sentada cerca de la ventana... y es que, como la propia autora nos contará enseguida, "mary tenía treinta años, una edad en la que muchas mujeres siguen siendo jóvenes, una edad en la que quienes tienen cabeza debajo del cabello continúan floreciendo hasta el apogeo de su encanto. pero mary no era de éstas. su juventud, claramente, decaía. toda ella declaraba que las vidas demasiado protegidas y centradas en ideas convencionales se empequeñecían a la sombra del código de las religiones; una vida débilmente nutrida de pequeñas y vacías caridades se unía a intereses mezquinos y placeres aún más mezquinos. aparecía la imagen del verano de sus veinte años -qué había hecho con su vida?- en su delicada complexión, delgada y desvanecida, en la fatiga insatisfecha de sus ojos azules, en el vago y solemne abatimiento de sus rasgos, y éstos eran el reflejo de una inconsciente sorpresa escondida, de que ella, entre todas las mujeres -la gentil, la buena, la religiosa, la bonita mary carden-, al final seguía siendo mary carden."


sí... porque contra todo pronóstico, a sus treinta años, la pobre mary carden sigue soltera... claro que mary tiene claro con quien se casará, hasta que el soldado a quien ella esperaba, la sorprende anunciándole que se va a casar, pero con otra... una tal elsa grey, de apenas diecisiete años... de pasado cuanto menos borroso y de futuro, digamos cuanto menos incierto...


y entonces mary descubre algo... y no te cuento mas que ya sabes que no es de buena educación contar los finales, ni desvelar demasiado, y mas en estas historias, donde lo mejor son los giros inesperados...


sí te diré que en en la contraportada (o tal vez en la solapa) leí que henry james decía de la cholmondeley que sus finales eran precisos como un balazo... y que estoy de acuerdo...


eso y que al final no tienes claro quien es la buena y quien es la mala... en realidad no tienes claro que los buenos y los malos existan realmente... sino dos mujeres, que juegan las cartas que les han tocado como buenamente pueden...


una maravilla... una auténtica, precisa y preciosa maravilla...





y ahora corto y cierro... que me tengo que ir, pero prometo que luego vuelvo...


No hay comentarios:

Publicar un comentario