sobre los premios...

miércoles y te escribo desde el despacho...


miércoles y he pasado mala noche, y la del espejo esta mañana tenía mala cara... y me duele la cabeza y la espalda me está matando... pero mi parte responsable me ha obligado a levantarme y bajar a trabajar... aunque la verdad sea dicha, he llegado casi media hora tarde...


y tengo aquí encima la caja por hacer, y el correo a medio abrir (o quizás debería decir a medio borrar, porque ya he abierto los mails que parecían útiles, y ahora debería estar borrando el spam...), pero como ves, en vez de eso, aquí estoy, escribiendo...





y es que yo hoy venía a contarte que la semana pasada estuve leyendo los premios de cortázar...


vuelta a cortázar (aunque una nunca lo deja del todo... menos ahora que llevo un tiempo releyendo su rayuela -ya no sé cuantas van ya- capítulo a capítulo, en el orden desordenado, buscando una inspiración que no siempre aparece cuando una quiere...)


y es que compré los premios el último sant jordi, y ahí estaban, en uno de los montones (el del último estante de la estantería de los dvds), esperando su momento...


los premios porque lo que tienen en común los dispares personajes de esta novela, es que a todos les ha tocado un premio en la lotería nacional... a todos les ha tocado un crucero... aunque ninguno de ellos conoce el destino, ni ningún detalle del viaje...


y cortázar nos va presentando a los premiados en una cafetería (la cafetería london de perú y avenida) donde han sido citados para empezar el viaje... y entonces la cosa se empieza a oscurecer, porque las autoridades llegan a la cafetería, hacen salir a los parroquianos y a los familiares de los premiados, bajan las persianas, y los sacan de ahí, en medio de un extraño misterio, para llevarlos en autobus al puerto, y embarcarlos en un barco, del que hasta el momento de embarcar no conocen ni el nombre...


y en el barco las cosas siguen oscureciéndose... porque parte del barco está vedada a los pasajeros, y durante las primeras horas, nadie va a hablar con ellos... y entonces los premiados de dividen en dos bandos, que si bien es cierto que al principio no están muy definidos, conforme avance la novela, se irán definiendo: los que quieren saber que pasa, y los que prefieren no saber y disfrutar del premio...


y hasta aquí puedo leer (que diría mayra gómez kemp...), pero sí te diré que cortázar consigue algo increible (aparte de que te leas las últimas ciento cincuenta páginas con una ansiedad y una velocidad que no puedes controlar) y es que acabes el libro como sus protagonistas: sin saber que ha sido verdad y que ha sido mentira...





y dice cortázar en la nota que tiene el libro al final (a la manera de epílogo)






esta novela fue comenzada con la esperanza de alzar una especie de biombo que me aislara lo más posible de la afabilidad que aquejaba a los pasajeros de tercera clase del claude bernard (ida) y del conte grande (vuelta). como probablemente el lector la escogerá con intenciones análogas, puesto que los libros van siendo el único lugar de la casa donde todavía se puede estar tranquilo.

julio cortázar (los premios)





y yo no puedo mas que decir que es cierto... que los libros van siendo el único lugar de la casa donde todavía se puede estar tranquilo... y si el libro es de él, además te puedes encontrar sin darte cuenta, intentando llegar de la proa a la popa como sea...


una maravilla este crucero con cortázar...





y ahora corto y cierro... que digo yo que aunque no estoy muy flamenca, algo tendré que ir haciendo...


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