sobre la vuelta de flora poste a cold comford...

martes y aquí estoy... escribiéndote desde el despacho...


martes y te diré que hemos sobrevivido una vez mas a la facturación... aunque a mí me dieron mi parte casi a las siete de la tarde, y aunque me plantee dejarla para hoy, al final pudo mas la sabiduría popular, así que confirmé las facturas, hice los recibos, los sumé para comprobar que todo estuviera bien, separé los giros por vencimientos, hice las remesas, y las pasé por el banco... eso y que además, mientras esperaba que me dieran las facturas me dio tiempo a poner al día los cobros y los pagos y a dejar preparados los talones para enviarlos...


así que en este momento sólo tengo encima de la mesa la caja de ayer por hacer, y un par de albaranes que meter...





y yo hoy venía a contarte que la semana pasada estuve leyendo flora poste y los artistas de stella gibbons, la continuación de la hija de robert poste... aquel libro con el que me reí tanto...


antes de empezar el libro, stella gibbons comparte una cita de thomas love peacock que dice "creo que es necesario hacer frente con decisión a esta invasión de mal humor." y eso es precisamente lo que ella hace...






una soleada mañana, en plena segunda edad oscura, flora y charles fairford se encontraban sentados desayunando con su familia en la rectoría, con vistas a regent’s park, en londres, donde habían vivido desde que charles obtuviera su plaza, unos trece años atrás. flora, como probablemente se recordará, era la famosa flora poste, alabada en su momento por la rectitud de su nariz y la eficacia de sus trabajos de orden y aseo en la granja de cold comford, en sussex. la nariz seguía conservando su elegancia clásica; respecto a otros trabajos, ese era un asunto en el que flora rara vez pensaba ya, puesto que tenía cinco hijos y no disponía de tiempo para nada. el correo acababa de llegar y la familia se afanaba en la lectura de las cartas.

stella gibbons (flora poste y los artistas





y así empieza la gibbons a contarnos esta historia... y así encontramos a la hija de robert poste, dieciseis años después de haber abandonado cold comford... casada y madre de cinco hijos... pensando rara vez en aquella granja... hasta que entre las cartas del correo de esa mañana, haya una invitándola a una especie de jornadas culturales en cold comford... y claro, flora irá (no podía ser de otra manera) a intentar solucionar las cosas...


y te diré que me ha gustado reencontrarme con flora poste, y me ha gustado también la visión de los artistas que stella gibbons nos da... y que aunque al empezar a leerlo pensaba que después de lo del loro en la primera parte, con éste no me iba a reir tanto... la gibbons volvió a pillarme en la despedida... y me volví a reir a gusto con lo del loro...


una maravilla... una auténtica maravilla... tanto que ya estoy pensando que tengo que buscar alguna otra de sus novelas...





y ahora corto y cierro, que el teléfono insite en interrumpirme, y uno de los albaranes que tengo encima de la mesa, al parecer es mas urgente de lo que yo pensaba...

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